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De Dalí a Björk, casi un siglo de surrealismo en el diseño se expone en Londres

Fotograma del videoclip 'Utopia' de Björk. Foto: El Mundo.

Fotograma del videoclip 'Utopia' de Björk. Foto: El Mundo.

Una exposición del orgánico mobiliario imaginado por Salvador Dalí a los oníricos videoclips de la islandesa Björk, denota el surrealismo influenciado durante casi un siglo.

Esta evolución será presentada en el Design Museum de Londres.

Bajo el título Objetos de deseo: surrealismo y diseño de 1924 a la actualidad, la muestra abre el viernes.

Y recibe al visitante con una de las más famosas representaciones de la psique humana: Metamorfosis de Narciso, pintado por Dalí en 1937.

El artista español leyó La interpretación de los sueños de Sigmund Freud cuando estudiaba en Madrid en los años 1920.

Con ese aditamento, sus teorías sobre el subconsciente impactaron toda su obra.

En 1938 por fin conoció al neurólogo austríaco en Londres, gracias a su mecenas británico Edward James.

Con James desarrolló una fructífera colaboración que abre esta exposición.

Del célebre teléfono en forma de langosta, al sofá con los labios de la actriz Mae West, pasando por un pie de lámpara hecho con copas de champán.

Dalí creó numerosas piezas de mobiliario para la casa del poeta británico.

Pero antes que él, en el siglo XX, el arquitecto modernista Antoni Gaudí ya había «intentando dar a objetos un empuje emocional y un impacto psicológico».

Con ello se va «cambiando las formas hacia algo mucho más orgánico y emocional», explica la comisaria Kathryn Johnson.

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Mobiliario, cine, moda

Nacido en la literatura antes de pasar a las artes plásticas, el surrealismo decayó como movimiento artístico a principios de los 1950 pero pervivió en el diseño.

Y algunas de sus creaciones «parecen haber encontrado realmente su lugar en este siglo», afirma Johnson.

Es el caso de una lámpara de pie quebrado encargada a Dalí en 1937, que fue considerada demasiado vanguardista para el mercado en su momento.

En ese sentido, debió esperar hasta 2019 para ser manufacturada.

Este «diseño inesperado» en objetos de cada día sigue más vigente que nunca, muestra la exposición.

Desde una enorme lámpara sobre un caballo de plástico del estudio sueco Front (2006).

O un sillón compuesto por peluches de Mickey Mouse creado Fernando y Humberto Campana (2007).

O pasando por dos lámparas con crines de caballo del británico Jonathan Trayte (2022).

Dalí llevó el surrealismo al cine y la moda, en colaboraciones con Walt Disney en los años 1940 y Christian Dior en los 1950

Sin embargo, éste siguió evolucionando también en esos ámbitos.

Así, la joven modista británico-nigeriana Yasmina Atta creó en 2020, en plena pandemia, prendas inspiradas en el afrosurrealismo.

Por ejemplo un top de lana con alas mecánicas de mariposa.

«La creó durante el confinamiento y pienso que capta esa sensación de intentar volar lejos de esta situación de estar atrapados en un lugar», afirma Johnson.

Surrealismo necesario en tiempos convulsos

Nacido como reacción a los horrores de la Primera Guerra Mundial y la pandemia de gripe de 1918, el surrealismo resurge en los convulsos tiempos actuales, defiende la exposición.

«No es casualidad que estos momentos coincidan con periodos de inestabilidad económica y política, porque el surrealismo se fundó como un abrazo creativo al caos», considera la comisaria.

En el plano audiovisual, videoclips de temas como Utopia, Mutual Core y Hidden Place, creados por diferentes directores, muestran oníricas relaciones entre humanos, naturaleza y tecnología.

E incluso las extrañas imágenes generadas por una inteligencia artificial «pueden resultar en un tipo diferente de arte», asegura Johnson.

«La inteligencia artificial está modelada sobre el funcionamiento del cerebro y no nos sorprende que pueda ser creativa, es fascinante ver qué puede salir de ahí», agrega.