Icono del sitio La Razón

La física de partículas amplía las fronteras de los tratamientos contra el cáncer

Un acelerador de partículas en el laboratorio científico europeo CERN cerca de Ginebra, Suiza, el 17 de octubre de 2022. Foto: AFP.

Un acelerador de partículas en el laboratorio científico europeo CERN cerca de Ginebra, Suiza, el 17 de octubre de 2022. Foto: AFP.

Los investigadores del laboratorio científico europeo CERN, suelen emplear la física de partículas para cuestionar nuestro conocimiento del universo. La usan también estas capacidades para romper las fronteras de los tratamientos contra el cáncer.

Los físicos empleados en este complejo en Ginebra trabajan con aceleradores gigantes de partículas buscando maneras de mejorar el alcance de la radioterapia oncológica.

Así, buscan llegar a tumores difíciles de atacar que terminan siendo letales.

En un laboratorio del CERN llamado CLEAR, su coordinador Roberto Corsini aguarda junto a un acelerador de partículas linear. Consiste en una barra metálica de 40 metros envuelta con papel de aluminio en un extremo, y a un enorme conjunto de instrumentos de medición y coloridos cables en el otro.

La investigación que dirige tiene como objetivo crear haces de electrones de muy alta energía que podrían ayudar a combatir más eficazmente las células cancerosas.

Lo que buscan es una «tecnología para acelerar los electrones hasta alcanzar las energías necesarias para tratar los tumores profundos», explicó Corsini.

«Esto supone más de 100 millones de electronvoltios», aclaró.

La idea es utilizar estos electrones de muy alta energía (VHEE) en combinación con un nuevo y prometedor método de tratamiento llamado FLASH.

También puede leer: Balance de niños muertos tras ingerir jarabes en Indonesia sube a 113

Reducir el ‘daño colateral’

El método de la física de partículas consiste en administrar la dosis de radiación en unos pocos cientos de milisegundos, en lugar de minutos como se hace actualmente.

Tiene el mismo efecto destructivo sobre el tumor, pero causa mucho menos daño al tejido sano circundante, según se ha demostrado.

Con la terapia tradicional de radiación, «sí produces algún daño colateral», señaló Benjamin Fisch. Él es un responsable del grupo de transferencia de conocimientos del CERN, que se encarga de apoyar el posible uso de tecnologías del laboratorio en distintos ámbitos.

El efecto del breve pero intenso tratamiento FLASH es «reducir la toxicidad para el tejido sano sin dejar de atacar adecuadamente las células cancerosas», explicó a los periodistas.

El tratamiento FLASH se usó por primera vez en pacientes en 2018, basándose en los aceleradores lineales médicos actualmente disponibles, llamados linacs.

Estos aparatos proporcionan haces de electrones de baja energía de alrededor de 6-10 MeV.

Sin embargo, con una energía tan baja, los haces no pueden penetrar en profundidad. Por lo que el tratamiento solo se ha utilizado hasta ahora en tumores superficiales, como los del cáncer de piel.

Pero los científicos del CERN colaboran actualmente con el Hospital Universitario de Lausana para construir una máquina que pueda acelerar los electrones hasta 100 o 200 MeV.

Esto permitirá utilizar el tratamiento FLASH para tumores mucho más difíciles de alcanzar.