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Un festival tradicional de globos en Birmania para olvidar el sangriento conflicto

Se elevan los globos para el festival de las luces en Pyin Oo Lwin, en Birmania, el 6 de noviembre de 2022. Foto: AFP.

Se elevan los globos para el festival de las luces en Pyin Oo Lwin, en Birmania, el 6 de noviembre de 2022. Foto: AFP.

Los gigantescos globos se elevan en la noche antes de estallar en unos espectaculares fuegos artificiales, en el centro de Birmania. Es ahí donde miles de fieles se congregaron el domingo para un popular ritual budista, colorido paréntesis en el sangriento conflicto de asola el país.

La luna llena, que marca el fin de la temporada de lluvias, bautizada «Tazaungdaing» o festival de luces, no había sido celebrada desde hace dos años, debido a la pandemia. Tampoco se hizo por el golpe de Estado de febrero de 2021.

Con sus linternas, globos y fuegos artificiales, el evento es sinónimo de fiesta en Birmania, pese a la violenta represión tras el golpe de la junta.

En Pyin Oo Lwin, globos de aire caliente se elevaron en la fresca noche, exhibiendo imágenes de Buda y coloridos motivos más o menos tradicionales, como un oso blanco.

Un jurado debe determinar cuál de los 76 globos que se elevaron en los cinco días de festividades fue el más bello, el que más alto voló o el que lo hizo más tiempo.

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Lejos del conflicto civil

Una fiesta campestre y un espectáculo de danza tradicional forman también parte del evento. La actividad está lejos de la sangrienta actualidad de un conflicto civil que ha causado entre 2.400 y  4.000 muertos en casi dos años.

«Organizamos el festival aquí, pero lamentamos lo que ocurre en otras partes» dice Aung Myat Thu, 37 años, que trabajó varios meses con sus amigos para concebir uno de los globos.

Aunque la celebración del Tazaungdaing está anclada en la tradición budista, el concurso de globos se instauró a fines del siglo 19 por los británicos, antigua potencia colonial.

Estos últimos años, decenas de miles de birmanos y extranjeros han asistido a las celebraciones, conocidas no solo por su colorido sino por el peligro que entrañan.

Los globos están cargados de fuegos artificiales que pueden provocar una catástrofe en caso de explosión prematura.

El incidente más grave se produjo en 2014, cuando tres espectadores resultaron muertos al caer sobre la muchedumbre un globo en Taunggyi, en el centro del país.