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El agua de la fuente del Ganges es embotellada para distribuir a domicilio en India

Unos trabajadores cargan con bidones llenos de agua derretida del glaciar Gangotri, fuente primaria para el río sagrado Ganges, el 15 de septiembre de 2022 en Uttarakhand, India. Foto: AFP.

Unos trabajadores cargan con bidones llenos de agua derretida del glaciar Gangotri, fuente primaria para el río sagrado Ganges, el 15 de septiembre de 2022 en Uttarakhand, India. Foto: AFP.

En las alturas de los Himalayas, donde está la fuente del río Ganges, un grupo de trabajadores llena bidones de agua de un manantial considerado como sagrado para los hindúes. Estos bidones serían luego distribuidos a domicilio en India.

Los compradores usan este líquido sagrado para ocasiones importantes desde nacimientos, bodas o funerales. También en fiestas religiosas como el Diwali o en ocasiones especiales como la compra de un auto nuevo.

«Esto es para cada fiel hindú que no pueda venir aquí personalmente», dijo uno de los trabajadores en la localidad de peregrinaje de Gangotri, identificado como Ramesh.

«Me siento bendecido de ser parte de un proyecto que reafirma nuestra fe hindú y que lleva esta agua divina a todos los rincones del país», dijo a la AFP.

La empresa funciona utilizando el correo y es un ejemplo de las iniciativas lanzadas por el primer ministro, Narendra Modi, para promover la religión hindú en India. Fue fundada hace 75 años como un país laico.

El agua del Ganges, una vez embotellada, es transportada por camiones a unos 100 kilómetros donde hay una planta donde es filtrada y embotellada en recipientes para ser despachados.

Las botellas distribuidas en las oficinas de correo de toda India, cuestan 30 rupias (0,37 dólares) cada una. También pueden ser despachadas a domicilio por un costo de 321 rupias las cuatro botellas.

Desde que esta iniciativa fue lanzada hace seis años millones de botellas han sido vendidas.

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La autopista para peregrinos

Desde que ganó las elecciones en 2014, Modi colocó al hinduismo en el centro de sus políticas en un país de 1.400 millones de habitantes. El país es oficialmente laico.

Uno de los principios de la formación de Modi, el Partido Bharatiya Janata Party (BJP), es que el hinduismo es la religión originaria de India. El mismo significado tiene para el movimiento ideológico y militar Rashtriya Swayamsevak Sangh.

Esto despierta los temores en los cerca de 210 millones de musulmanes u otras minorías del país. En las redes sociales han aumentado los discursos de odio contra musulmanes y cristianos, afirman activistas.

El mayor proyecto de construcción de carácter religioso de Modi es un gran templo que se erige en la ciudad antigua de Ayodhya.

Hace tres décadas un grupo de fanáticos hinduistas destruyó una mezquita centenaria que estaba en el lugar. Este hecho desató una espiral de violencia que dejó más de 1.000 muertos, la mayoría de ellos musulmanes.

El gobierno también impulsa un proyecto de 1.500 millones de dólares para construir una carretera para facilitar el peregrinaje hacia Gangotri y otros tres templos del Himalaya.

Estos sitios ya reciben cientos de miles de fieles cada año. Los activistas medioambientales están preocupados sobre el impacto de la construcción de autopistas en la zona.

El gobierno de Modi ha dejado claro que no va a cesar de promover su visión. Está canalizando fondos para la investigación de las propiedades de la orina de vaca, que es un animal sagrado para el hinduismo. Además, está encontrando «pruebas» que confirman las leyendas de las escrituras sagradas.

Algunos manuales de historia han sido reescritos para minimizar el rol que han tenido los musulmanes en la historia de India. Es por ello que los nombres de algunas ciudades asociadas al islam han sido cambiados.

Despacho especial

Estas dramáticas iniciativas «crean un ethos de una nación mayoritaria y subliman la sensación reforzada de que ahora somos un país de facto hindú». Fue lo que dijo Hartosh Singh Bal, editor político de la revista The Caravan.

«Modi sabe exactamente lo que está haciendo», dijo.

«Si los opositores expresan sus preocupaciones sobre minorías o injusticia, son personas que están en contra de las entregas de agua sagrada y callados», agregó.

Quienes reciben el agua del río Ganges, no comparten esta preocupación.

El cartero de Nueva Delhi Rupesh Kumar, de 23 años, ha realizado varias entregas de agua sagrada. Contó a la AFP que cuando realiza un despacho siente una responsabilidad «adicional».

«Nosotros también usamos el agua del Ganges en la familia para todas las ocasiones especiales y fiestas religiosas», señaló.

«Habitualmente la gente está muy agradecida y es muy educada cuando entregamos en sus casas estas botellas», dijo.