Un billete que data de 1852 fue encontrado y repatriado por el coleccionista paceño Dorian Alborta en septiembre pasado.
El especialista en exonumia boliviana lo adquirió de un comerciante de antigüedades chileno, que le ofreció este objeto.
“Durante años vengo coleccionando tokens (monedas o fichas privadas) de Bolivia, entonces recurro a comerciantes internacionales.
«Me dedico a buscar fichas salitreras o mineras que circularon en el Litoral boliviano antes y durante la Guerra del Pacífico, así adquirí este billete provisional”, dijo Alborta a LA RAZÓN.
Por los datos que refleja, el billete se imprimió de manera provisional por la casa comercial José María Artola y Compañía.
Dicha casa se encuentra en el puerto boliviano de Cobija (antes de la Guerra del Pacífico).
Según la historiadora argentina Viviana Conti, José María Artola era un comerciante vasco que intermediaba los negocios entre casas mercantiles y comerciantes de esta región costera.
“Esta casa mercantil generaba movimientos económicos importantes, por lo que se presume que la emisión de este billete provisional era similar a la de bancos y grandes magnates de la época”.
El billete, la mayor moneda
En ese sentido, José María Artola logró emitir el billete con el mayor valor de la moneda de circulación de ese entonces: 8 soles.
Y no tiene que ver nada con la actual moneda de Perú, sino que, era la denominación que se le dio a las monedas que circulaban en Bolivia.
Entonce, mediante decreto del 17 de agosto de 1825, se dispuso su circulación, a pocos días de haberse fundado Bolivia.
“La moneda fuerte conservará el nombre de peso, que hasta aquí: su división será en ocho soles, y no reales como antes”, dice en su artículo 7. Cabe aclarar que, antes de la fundación de la república boliviana, las monedas que circulaban en el territorio nacional eran denominadas ‘reales’.
“Luego de la independencia de Bolivia, las monedas se llegaron a denominar ‘soles’, y así se llamaron hasta la aplicación de la Ley Monetaria del 29 de junio de 1863, donde se introduce el sistema métrico decimal”, dijo Alborta.
CAMBIO.
En tiempos posteriores a la Guerra del Pacífico, muchos objetos históricos se quedaron en territorios perdidos.
Por eso no se puede establecer con claridad si existieron otras empresas o compañías que emitieron más billetes provisionales para el intercambio de servicios o compra y venta de productos en el país.
“Esta pieza es una rareza, es única y por la fecha que muestra se presume que es el primer billete emitido en nuestro país, ya que antecede a los billetes emitidos durante el gobierno de Melgarejo y los parcos”, indicó Alborta.
Según la historia boliviana, el primer billete se presentó el 24 de enero de 1867, respaldado por un decreto supremo del general Mariano Melgarejo.
Esa norma autorizaba la creación del primer banco privado de Bolivia.
“Ahora, considerando que Artola puso este billete provisional, se permite denominarlo y reconocerlo como billete», dijo.
«Al margen que, tanto en Bolivia como en Chile, también existía la circulación de vales o pagarés”, complementó.
La Ley Monetaria del 20 de noviembre de 1826 estableció que ese billete de 8 soles (antes reales) equivaldría al valor de 1 ‘peso fuerte’.
Entonce, esa moneda era de gran difusión en Latinoamérica hasta principios del siglo XIX.
“Entre 1850 y 1856, solo circulaban las monedas de plata, no existía o no se conocía la circulación de billetes hasta ese decreto de 1867 de Melgarejo, que emitió billetes en cortes de 1, 5, 10, 20, 50 y 100 pesos fuerte, entonces es esa la relación de valor de este billete”, indicó el coleccionista.
Dorian Alborta señaló que el objeto es parte de su colección.
La conforman, además, tantas reliquias que pudo conseguir de la etapa de la Guerra del Pacífico y la era previa al inicio del siglo XX.