La ópera de Londres pone fin a 33 años de colaboración con la petrolera BP
Cada vez son más las instituciones culturales británicas que dan la espalda al mecenazgo de las empresas petroleras bajo la presión de artistas y activistas medioambientales.
Una escena de la ópera de Londres. Foto: AFP.
La Royal Opera House de Londres anunció el miércoles que puso fin a su acuerdo de patrocinio con el gigante petrolero BP. Y lo hizo en un contexto de creciente presión sobre las instituciones culturales británicas vinculadas a empresas que explotan las energías fósiles.
«Acordamos que la asociación no se extendería más allá de diciembre de 2022, fecha en que finalizó el contrato». Así lo afirmó un portavoz del teatro de ópera londinense.
«Agradecemos a BP su apoyo financiero durante 33 años, que ha permitido a miles de personas de todo el país asistir gratuitamente a ballets y óperas», añadió.
La Royal Opera House no dio motivos para el fin a esta asociación. Sin embargo, cada vez son más las instituciones culturales británicas que dan la espalda al mecenazgo de las empresas petroleras bajo la presión de artistas y activistas medioambientales.
La Royal Shakespeare Company, prestigiosa compañía de teatro con sede en Stratford-upon-Avon, ciudad natal del dramaturgo, ya había renunciado en 2019 al patrocinio de British Petroleum.
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Otros casos
En Londres, la National Portrait Gallery también puso fin a su asociación con la petrolera a finales de 2022. Y es que siguió los pasos de otras instituciones culturales como el British Film Institute, el National Theatre, la National Gallery y el Southbank Centre. Todas ellas prescindieron del patrocinio de Shell en los últimos años.
El Museo Británico y el Museo de la Ciencia han sido criticados por los defensores del medio ambiente, que piden el fin de sus colaboraciones con compañías petroleras. Pero hasta ahora no han roto sus polémicos vínculos con estas empresas.
Fuera del mundo de la cultura, otros sectores están en el punto de mira por sus asociaciones con grupos petroleros, como los futuros Juegos Olímpicos de 2024 en Francia.
La petrolera TotalEnergies desistió en 2019 de su intento por convertirse en uno de los patrocinadores del evento, presionada por la alcaldesa de la capital, Anne Hidalgo. La autoridad no quería un socio con mala reputación medioambiental.