Un taller de herramientas de 1,2 millones descubierto en Etiopía
Situada a unos 50 km al sur de Addis Abeba, Melka Kunture es una zona arqueológica que se extiende por la meseta etíope a unos 2.000 m de altitud.

Homínidos fabricando herramientas de piedra hace 1.2 millones de años. Foto: Universidad de La Sapienza.
Una misión arqueológica ha revelado la presencia en el yacimiento de Melka Kunture (Etiopía) de la zona de producción de herramientas especializadas más antigua conocida. Se trata de más de 1,2 millones de años.
El estudio, que destaca una etapa clave en el desarrollo de la inteligencia humana, se publica en la revista Nature Ecology and Evolution.
Situada a unos 50 km al sur de Addis Abeba, Melka Kunture es una zona arqueológica que se extiende por la meseta etíope a unos 2.000 m de altitud. Se trata de una vasta aglomeración de yacimientos arqueológicos datados entre hace 2.000.000 y 5.000 años. Y por sus dimensiones, su larga secuencia cultural y la multiplicidad y variedad de situaciones arqueológicas presentes en sus distintas fases, constituye un complejo extraordinario.
Solo es comparable a la garganta de Olduvai, en Tanzania. Sin embargo, Melka Kunture es claramente diferente del entorno de sabana, no solo por su clima fresco y lluvioso, sino también por su flora y fauna diferentes.
Es el estudio que acaba de publicar un grupo de investigadores dirigido por Margherita Mussi, profesora hasta 2019 en el Departamento de Antigüedades de la Universidad La Sapienza.
En él se pone de manifiesto que en Melka Kunture, y en particular en el yacimiento de Simbiro, se ha identificado una especie de pequeño acantilado de unos 5 m de altura. Esto comprende cinco niveles arqueológicos claramente visibles del Achelense que datan de hace más de 1.200.000 años. De ellos, uno, el nivel C, presenta una impresionante cantidad de bifaces de obsidiana y lascas derivadas de su producción.
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Lugar especializado
El análisis detallado de los bifaces de obsidiana revela que las herramientas están extremadamente estandarizados. Es decir, realizados por manos expertas que producían grandes esquirlas y lograban retocarlas para producir formas coherentes y repetidas. Y a pesar de la fragilidad de la obsidiana, un vidrio volcánico.
«El hecho de que no hubiera otro tipo de herramientas en Simbiro, a excepción de estas, nos lleva a pensar que se trataba de un lugar de producción especializado». Así lo explica en un comunicado la arqueóloga Margherita Mussi, directora de la excavación desde 2011. «Es decir, se trata de un taller de producción, el más antiguo que se conoce; ya que los conocidos hasta ahora datan de no más de 300.000 años».
Para llevar a cabo el estudio, se evaluaron los aspectos espaciotemporales de las primeras etapas de la evolución. Diversas pistas de investigación permiten reconstruir con precisión un entorno llano y arbolado, con un curso de agua que se desbordaba estacionalmente y cambiaba de curso.