La Iglesia Anglicana emprende un encendido debate sobre el matrimonio homosexual
La institución está presente en muchos países, incluidos algunos del África subsahariana donde la homosexualidad aún se considera un delito.
Justin Welby, arzobispo de Canterbury, habla durante una ceremonia el 28 de noviembre de 2022 en Londres. Foto: AFP.
La Iglesia de Inglaterra debate el miércoles en un sínodo su polémica propuesta de permitir que los sacerdotes bendigan los matrimonios entre personas del mismo sexo; en un contexto de profundas divisiones al respecto en el Reino Unido y otros países anglicanos.
Tras casi seis años de consultas sobre el tema, la Iglesia de Inglaterra, protestante, anunció el mes pasado que no permitiría los matrimonios entre personas del mismo sexo.
En su lugar, propone ofrecerles la bendición de su unión o matrimonio civil. Pero es una oferta que no satisface ni a los partidarios de los matrimonios homosexuales religiosos ni a sus detractores dentro de la institución.
Reunidos en Londres para un sínodo general, órgano electo que se reúne dos o tres veces al año para decidir sobre diferentes cuestiones; sus casi 500 miembros deben debatir y votar la propuesta.
El debate se produce tras años de creciente presión política sobre la iglesia anglicana para que reforme su enfoque del matrimonio entre personas del mismo sexo; legalizado en Inglaterra en 2013.
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Iglesia dominante
La iglesia anglicana, dominante en el Reino Unido bajo la égida de la Iglesia de Inglaterra cuenta con 85 millones de creyentes en todo el mundo. Además, está presente en muchos países, incluidos algunos del África subsahariana donde la homosexualidad aún se considera un delito.
Antes del sínodo, la Iglesia de Inglaterra también había pedido disculpas a las personas LGTB+ por la actitud «hostil y homófoba» a la que pueden haberse enfrentado en algunas parroquias.
Pero la medida ha suscitado críticas dentro de la propia institución.
Jayne Ozanne, miembro del sínodo y activista LGTB+, calificó las disculpas de la iglesia de «palabras vacías».
«Llevamos años escuchando disculpas de nuestros obispos, pero ninguna acción», declaró a la AFP.
«Es como una relación abusiva en la que alguien no deja de pegarte y luego te dice: ‘lo siento, lo siento'», fustigó.
Por otro lado, el conservador Consejo Evangélico de la Iglesia de Inglaterra también se opone a la reforma, afirmando que creará «más división» dentro de la institución.
«Creemos que la responsabilidad de la Iglesia de Inglaterra es servir a la nación recitando el evangelio, no transigir con la cultura dominante». Así lo afirmó en un comunicado.