Édgar Arandia: ‘En Carnaval, el Supay está suelto’
El antropólogo dio una concreta explicación de las tradiciones del Carnaval en el altiplano, en el programa del Viernes Cultural, de La Razón.
Édgar Arandia, con el disfraz de Pepino, en el estudio de La Razón. Foto: Franklin Blanco.
En la época del Carnaval, el Supay está suelto, salió de las profundidades para divertirse, según el antropólogo, poeta y pintor Édgar Arandia. El experto estuvo de invitado en este viernes de Carnaval en el streaming de Piedra, papel y tinta, conducido por la directora de La Razón, Claudia Benavente.
“El Supay es la principal divinidad del Mancapacha, y en esta época de la cosecha también sale a divertirse”, afirmó el antropólogo. “En el área rural, las granjas y las chacras empiezan a dar sus frutos y la gente tiene que disfrutar todo lo que le ha dado la Pachamama durante el año”.
Arandia expuso una de las explicaciones más objetivas sobre el significado y origen del Supay, que tiene que ver con la danza de la diablada. Indicó que en el siglo XVII, los autosacramentales que se hacían en Potosí, evangelizaban a los indígenas con teatralizaciones; es que al hablar diferentes idiomas no había entendimiento.
“Lo que hacían eran teatralizaciones de la lucha entre el bien y el mal, lo hacia la Iglesia Católica, en la plaza de Potosí; mostraban cuál era el bien y cuál el mal, es que cómo le vas a explicar a indígenas que hablan en aymara y quechua todo el tiempo estas cosas en latín”.
En ese sentido, los españoles confundieron al Supay con el diablo. Cuando ellos entraban a las bocaminas y veían las esculturas del Supay hechas de arcilla con el pene erecto, preguntaban “¿quién es este tío?”
Los mineros respondían diciendo que sí, que era el Tío. Desde entonces se quedó con ese denominativo, que en estas épocas de cosecha era adorado con serpentinas, mixtura y hojas de coca, adornos que reemplazaron a las flores en la etapa de la República.
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Sapo
“El Supay es la divinidad de las profundidades, de los animales, del sapo, la lagartija, las hormigas, las víboras, los que viven dentro la tierra; todo esto se refleja en los trajes de carnaval por ejemplo”, expresó.
Arandia señaló que con el Supay, salieron todos estos animales a la superficie. Es por ello que se ve en los trajes de las danzas de la diablada o la morenada a arañas, víboras convertidas en dragones, además de otros.
Uno de los animales más importantes de la época es el sapo, el batracio que anuncia las lluvias y el apareamiento. El sapo anuncia la fecundidad, la abundancia.
“El sapo no tiene que ver nada con la codicia, sino con la abundancia, la reciprocidad, y esperar la jallu pacha; es quien mejor representa esta época, de humedad, de la Anata, que se ha mezclado con el Carnaval occidental”, contó Arandia.
Anata
El Carnaval es una costumbre traída por los españoles durante la conquista. Entre tanto, el Anata es celebrado antes de la entrada de peregrinación del sábado, en Oruro.
“Es una entrada más mestiza, que se mezcla con el Carnaval occidental, eso hace que estas fiestas duren nueve días en Bolivia, de los cuales dos son feriados”, indicó.
El Carnaval entonces, es parte de una cadena de ciclos. Comienza el 21 de diciembre, que es el solsticio de verano en este hemisferio, mientras que en Europa es invierno. “Ese día se hacen las illas y las ispallas, estas figuras pequeñitas que en la Alasita después son ch’alladas”.
“Pero empieza incluso antes, en noviembre, en la fiesta de Todos Santos, porque el muerto es la semilla que va a dar fruto en el Anata; es como el preanuncio de la época de lluvias”, contó.
Estrategia
Las naciones indígenas, para preservar sus divinidades y costumbres, han utilizado inteligentemente una estrategia, según el investigador.
“Los indígenas subsumieron en las mismas fiestas a sus divinidades, las han sincretizado durante la conquista española”.
Es por ello que, según Arandia, todo este conocimiento debería formar parte de la currícula en las unidades educativas y universidades, porque es una manera de “descolonizar la mente”.
“Lastimosamente los educadores se oponen a los cambios, son muy conservadores, esto es tan importante, el ciclo agrícola en el mundo, no solo en este territorio”.