La festividad del Gran Poder, ‘100 años de la resistencia cultural’
El sábado se realizó el lanzamiento del evento folklórico
La festividad del Señor Jesús del Gran Poder surgió en 1923 cuando aparecieron las primeras fraternidades folklóricas en la popular zona de Chijini. Este año se cumplió 100 años de la que el antropólogo Édgar Arandia llama la fiesta de la “resistencia cultural”.
¿Por qué la festividad de la resistencia cultural? Arandia explicó que fue porque la actividad la propiciaron los migrantes del altiplano paceño quienes realizaban la entrada foklórica en las zonas populares de la ciudad de La Paz, donde se asentaban a su llegada.
Ellos estaban prohibidos de ingresar al centro de la urbe paceña, donde habitaba gente de la alta sociedad y que no permitía el ingreso de indígenas.
“La entrada folklórica empieza con una fiesta pequeñita, ahí en (la zona) el Gran Poder porque no podían todavía ingresar a la hoyada de La Paz, porque era una ciudad hostil, racista, de los señoritos, donde no se admitía indígenas y menos estas expresiones dancísticas”, relató Arandia en una entrevista en Piedra, Papel y Tinta de La Razón.
Explicó que el trasfondo de esta manifestación cultural, a la que llama “taki onkoy”, que según Arandia significa la “enfermedad del baile”, se ha ido transmitiendo, deformando y adaptando a la nueva realidad histórica.
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100 años
“Entonces, los 100 años del Gran Poder le pondría un guion diciendo: son 100 años de la resistencia cultural que al final se ha impuesto”, señaló el antropólogo.
Mencionó que fue el año 1975 cuando se le sugiere al expresidente Hugo Banzer Suárez permitir que la manifestación folklórica ingrese hasta el centro de La Paz.
“Sus asesores (de Banzer) que no eran tontos, sobre todo uno de apellido Arce, le dice al presidente que permita que la expresión folklorista entre, pase hasta la hoyada. De esa manera es que Banzer trató de ampliar su base social, en dictadura, entonces todos los políticos después hicieron lo mismo”, sostuvo Arandia.
De esa forma, señaló, otras autoridades siguieron la actitud de Banzer y apoyaban el Gran Poder para ganar adeptos, empero, desconocían su origen y significado.
Actualmente, en la entrada folklórica del Gran Poder participan no solo las personas cuyas raíces son indígenas, también las que pertenecen a diferentes estratos sociales. “Hoy a los señoritos los estamos cholificando”.
Dato
Arandia afirmó que aún se está pasando por una construcción “que es (todavía) dolorosa, lenta porque falta muchos proyectos educativos que tiendan al respeto y al entendimiento. Tienen que educar a los jóvenes que les gusta tanto bailar (en entradas folklóricas), que es un fenómeno cultural, porque le falta la dimensión espiritual, porque todo fenómeno cultural tiene tres dimensiones”, dijo.
El antropólogo expresó su esperanza porque en estos 100 años de la festividad del Gran Poder las autoridades del área de cultura le den el relieve que necesita.
“Aunque no es necesario porque la organización del Gran Poder es muy fuerte, esta institucionalizada. Aunque siempre hay diferencias, pero que deben ser subsanadasm ya que los cien años casi coincide con el bicentenario de Bolivia’, consideró.
(05/12/2023)