Fue toda una fiesta. El Jisk’a Anata desbordó ayer folklore y alegría con 66 conjuntos que llenaron de música, baile y colorido por la zona central de la ciudad de La Paz. Hoy continúa la agenda carnavalera con el tradicional Martes de Ch’alla.
La entrada paceña fue un abanico cultural, al exponer danzas típicas del territorio nacional. Incluso, hubo una debutante, la de los wititis. En la versión 2023 de esta festividad ya se contó con la participación de niños y adultos mayores, quienes no pudieron participar en los anteriores años por ser grupos de riesgo ante la pandemia del coronavirus. Es por ello que los bailarines disfrutaron a plenitud, ya que el uso de barbijos tampoco fue obligatorio. Así, el Jisk’a Anata volvió con todo su esplendor, a la par de rescatar danzas del país.
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