Carla Ortiz vuelve a poner en el centro de atención a la chola boliviana
La reconocida actriz fue la invitada especial en Piedra, Papel y Tinta, de La Razón, donde se refirió a sus facetas de documentalista, productora, activista y empresaria; además de la nueva producción cinematográfica que alista.
La actriz nacional Carla Ortiz, en su visita a La Rrazón. Foto: Oswaldo Aguirre
En medio de la producción de la adaptación al cine del clásico de la literatura nacional La Chaskañawi, su protagonista, Carla Ortiz, habló sobre la importancia de volver a poner en el centro de atención a la chola boliviana.
La reconocida actriz fue la invitada especial en Piedra, Papel y Tinta, de La Razón, donde se refirió a sus facetas de documentalista, productora, activista y empresaria; además de la nueva producción cinematográfica que alista.
“En 2016 inicié mi carrera como directora de documentales”, dijo respecto de su estadía y registro audiovisual en conflictos armados en Siria, Corea del Norte y Palestina. “La gente que me conoce sabe que mi vida está al servicio de Dios. Prometí que, si me hacía famosa, si tenía algún impacto, iba a utilizar mi plataforma como un medio de voz para aquellos que no la tengan”.
Fue en Siria donde, considera, “murió la Carla Ortiz que todos conocían. Vivía en el mundo de estrellas y colores hasta que vi la oscuridad”. Asimismo, “en Corea del Norte cubrí las áreas rurales en ese país y me di cuenta que estaba haciendo cine”, contó sobre esos inicios.
Por ello, cambió su vida para convertirse en activista por los derechos humanos. “Fueron cuatro años, pero entendí que los seres humanos tenemos una misión de no ser cómplices de la ignorancia”, agregó.
En el programa que se emite vía streaming y a través de la red DTV, Ortiz relató que al realizar ese registro la secuestraron dos veces y dieron de baja sus redes sociales. “Fue una persecución fuerte, pero mostré el documental en universidades. Es mi obligación como ser humano ser portadora de la voz de otros”, dijo.
También puede leer:
Estatus
La personalidad se refirió también a Paseo Aranjuez, una de sus iniciativas empresariales en Cochabamba, su ciudad natal. El centro comercial que abrió con su familia se inauguró dos semanas antes de la pandemia del COVID-19.
Así también recordó que durante ese periodo vio mucha solidaridad. “Trabajé con Luis Fernando Camacho, Iván Arias, Andrónico Rodríguez o Eva Copa. Debemos olvidarnos de la mentira de la división”, resaltó.
Mientras que, en el aspecto artístico, se mostró orgullosa al decir que “he llevado la pollera, las tullmas y las trenzas a las alfombras rojas más importantes del mundo”.
En la transmisión virtual, la directora de La Razón, Claudia Benavente compartió con ella diferentes versiones de la canción La cantarina, interpretadas por agrupaciones nacionales.
Carla Ortiz contó la ocasión cuando escuchó por primera vez la famosa cueca escrita por Milton Cortez e interpretada por Willy Claure. “Donde llego (a otros países) me tocan esta canción. Creo que el regalo más bello que un cineasta argentino me hizo fue un estudio sobre las femme fatale (mujer fatal en francés) en América Latina y Europa. Decía que Los Andes no creen en Dios había dado la cara a la femme fatale boliviana… y tenía pollera”, destacó.
Respecto a volver a poner en el centro de atención a la chola boliviana con La Chascañawi, la actriz valoró lo hecho por Antonio Eguino en ‘Los andes no creen en Dios’ con la ‘Misk’isimi’ (boca dulce en quechua), que fue darle a la mujer de pollera un estatus importante.
El rol de las mujeres
“Hoy en día estamos trabajando con ellos (Paolo Agazzi y Antonio Eguino), y Paolo decía que el ‘encholamiento’ hoy en día se usa como una palabra negativa. El ‘encholarse’ es enamorarse con la chola y entregarse, es involucrarse. Es el amor prohibido entre dos clases sociales distintas. Es una historia universal, en la que podemos rescatar la dignidad de la mujer de pollera”.
En esa explicación de aceptación y reivindicación, habló sobre la creación del festival de música Respira, cuya primera versión se realizó en 2021. Según la entrevistada, ese espacio busca recuperar la herencia ancestral, tanto andina como amazónica.
“Mi éxito dentro de la moda, internacionalmente fue, porque me animé a mostrar en Holywood una pollera potosina, trenzas y tullmas. Entendí que, si no exponemos lo que es nuestro, va a seguir pasando el plagio”, dijo. A la vez, se refirió a que en Chile se anunció un carnaval de tres días con danzas bolivianas.
En su visita a La Razón evocó a las mujeres de La Coronilla, a Juana Azurduy de Padilla, y a “todas las mujeres que se toman de la mano”.
Las primeras escenas de La Chaskañawi se filmaron en el Carnaval de Oruro, y proseguirán más adelante en Potosí.
El filme mostrará dos historias que se desarrollan con un siglo de diferencia. La primera historia será una adaptación basada en la novela de 1947, de Carlos Medinaceli, y que tiene lugar en el pueblo de San Javier de Chirca, en 1924. La segunda, es un guion original escrito por Juan Pablo Piñeiro, cuya locación será la ciudad de Oruro en el año 2023.