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El cine ruso busca resistir en el exilio

El cine ruso busca resistir en el exilio

Artistas y cineastas rusos resisten ante el exilio. Ph: barrons.com

«íQuizás ya no pisaré más alfombras rojas, pero al menos soy libre!», dice Maria Shalaeva, que huyó «con sus dos hijos y tres maletas», tras ser detenida en una manifestación contra la guerra en Moscú.

La historia de esta actriz de 42 años, que participaba en varios rodajes en Rusia y cuenta con un filme dirigido por ella, es parecida a la de muchos otros.

Primero huyó hacia Estambul, luego viajó a Georgia, donde tiene amigos, y después se instaló en París para rehacer su vida.

En París, Maria Shalaeva sigue cursos intensivos de francés, con la esperanza de aprender bien el idioma y poder un día volver a los rodajes, sin estar limitada a los personajes rusos.

Shalaeva se niega a hablar de sus problemas materiales, que «no son nada comparado con el sufrimiento de los ucranianos».

Y sueña con dirigir un documental sobre el exilio, manteniendo el contacto con sus amigos cineastas que huyeron a Israel o Georgia.

Una primera etapa importante será la proyección de un cortometraje que rodó en Moscú antes de la guerra, en los “Encuentros de Cine Ruso de París”, que presenta hasta el martes a creadores refugiados.

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«Es la última oleada de filmes independientes» rodados antes del exilio, explica su delegado general, Marc Ruscart, quien asegura que «rompió el contacto» con las instituciones rusas, que antes apoyaban al festival.

A nivel general, «es complicado saber en qué se convertirá el cine ruso tras este periodo de transición», analiza para la AFP el especialista Joël Chapron.