La cinemateca proyecta la cinta Ajayu, dirigida por Francisco Ormachea, en 2K
Este cortometraje de 1996 narra la visión de la nación aymara de la vida después de la muerte, dirigido y producido por Ormachea

Imagen: Cinemateca Boliviana
La Fundación Cinemateca Boliviana proyecta desde el pasado jueves 9 y hasta este miércoles 15 de enero el recordado cortometraje Ajayu, que dirigió el aclamado cineasta Francisco Ormachea.
La cinta, considerada por los expertos como una “trascendental” producción cinematográfica de los años 90, fue digitalizada en formato 2k para el público.
Las últimas funciones de la película se verán en los horarios de las 16.05 y 19.00, el miércoles 15 en las salas de la Cinemateca Boliviana, cuyas instalaciones están en la calle Oscar Soria, esquina Rosendo Gutiérrez No. 110 de la ciudad de La Paz.
Lea: Movie nigths regresa el martes 14 de enero a la Cinemateca
Ajayu
Este cortometraje de 1996 narra la visión de la nación aymara de la vida después de la muerte, dirigido y producido por Ormachea, tuvo en su reparto a actores como Reynaldo Yujra y Celia López.
El guion estuvo a cargo de Fernando Vargas, Francisco Ormachea y Francisco Cajías; musicalización de Óscar García.
La resolución 2K, también llamada DCI 2K, es una resolución de pantalla de 2048 × 1080 píxeles, con una relación de aspecto de 1.90:1. Fue establecida por la Digital Cinema Initiatives (DCI), una organización que establece estándares para la proyección cinematográfica digital.
Restauraciones
La Cinemateca comenzó con su ciclo de cintas restauradas en 2024 con el fin de ofrecer al público una gama de producciones de varias décadas en el marco del programa de conservación y difusión de cintas bolivianas.
Enfocándose en la digitalización en 2k y 4k (más que la alta definición), también en la proyección de películas bolivianas emblemáticas como El Bolillo Fatal, cuya restauración de imagen se realizó en México, y «Wara Wara», en la que se mejoró el sonido.
Asimismo, la fundación restauró «Chuquiago». Además, la institución exhibió películas históricas del Instituto Cinematográfico Boliviano, como «Pequeños Grandes Volantes». También «El Surco Propio» y «Sucre, la Ciudad Blanca», consolidando así su papel como el «Archivo Nacional de las Imágenes en Movimiento». Y garantizando el acceso a la riqueza cultural del país para las futuras generaciones.