«Yo no necesito reflexionar tres días, ya lo tengo todo muy pensado», se queja Josefina P. S., una madrileña de 33 años que acudía la mañana del lunes a una de las clínicas acreditadas para la interrupción de embarazos. Y como Josefina, en paro y embarazada de cuatro semanas, otras mujeres se mostraban sorprendidas por tener que esperar un periodo obligatorio de reflexión de tres días, desde la petición de información sobre el aborto hasta decidir la intervención, tal y como establece la nueva ley del aborto, que ha entrado en vigor.

«Las mujeres están llamando para pedir cita y cuando les dicen que tienen que esperar tres días para pensarlo, se muestran sorprendidas», explica Empar Pineda, portavoz de la clínica Isadora de Madrid. Este centro no ha notado más llamadas o visitas de las habituales. Tampoco la clínica El Bosque. Sergio Muñoz, director de este centro, cuenta que están ligeramente desbordados por cuestiones logísticas. Esta clínica también ha detectado que son muchas las mujeres que desconocen ese periodo de reflexión.

«Ha venido una mujer, por ejemplo, explicando que necesitaba interrumpir ya el embarazo, que no podía desplazarse en otro momento y que, por favor, se lo hiciéramos hoy o le diéramos cita como mucho para mañana», comenta Muñoz. No ha podido hacerlo. Una de las novedades de la ley que da un plazo de aborto libre hasta la semana 14 es precisamente ese periodo de reflexión.

Desde el lunes, las mujeres que pidan información para abortar recibirán un sobre cerrado en el que se les facilitará información de las ayudas y prestaciones a las que tienen derecho si siguen adelante con el embarazo. También incluirá un segundo documento con datos sobre los apoyos a las personas con discapacidad -en el caso de que no aborten y el niño nazca con alguna malformación-.