El choque entre un autobús escolar y un tren en la provincia egipcia de Asiut dejó el saldo de al menos 49 niños fallecidos. El conductor no se detuvo en el cruce con la vía férrea. Tras el hecho, dimitió el ministro de Transportes, Mohamed Rashad al Metini.

El Ministerio egipcio de Sanidad informó el sábado en un comunicado de que aparte de los menores fallecidos, otros 18 resultaron heridos de gravedad, los cuales fueron trasladados a hospitales locales para recibir tratamiento.

También murieron el conductor del vehículo y dos cuidadores, según la agencia estatal de noticias Mena, que precisó que el accidente se produjo sobre las 08.00  hora local (06.00 GMT), cerca de la localidad de Manfalot, a 400 kilómetros al sur de El Cairo.

Fuentes del Ministerio de Transportes explicaron a Mena que el chofer del autobús escolar se saltó el paso a nivel ubicado en el cruce de la carretera y la vía férrea y, por ello, chocó con el tren que pasaba en ese momento.

El presidente egipcio, Mohamed Mursi, aceptó la dimisión presentada por su Ministro de Transportes, por su responsabilidad política en el accidente y pidió una investigación para determinar las causas de lo sucedido, así como indemnizaciones para los familiares de las víctimas.

Al Metini había aceptado previamente la renuncia del jefe de la Empresa Nacional de Ferrocarriles, Mustafa Qanaui. Varios miembros del gabinete, incluido el primer ministro, Hisham Qandil, se desplazaron al lugar de los hechos para coordinar las investigaciones.

Responsables. Familiares de los fallecidos acudieron a la zona para manifestarse y exigir la ejecución de los responsables del accidente, lo que obligó a las autoridades locales a intervenir para intentar calmar los ánimos.

Los accidentes ferroviarios y de tráfico son habituales en Egipto debido al mal estado de los autos y las carreteras, la imprudencia de los conductores o la mala señalización de las vías.

La mayor tragedia ferroviaria de la historia de Egipto ocurrió en 2002, tras el incendio de un tren en el trayecto El Cairo-Luxor, en el que murieron 376 personas.