Un total de 67 personas —37 extranjeros de ocho nacionalidades, un argelino y 29 integrantes del comando islamista— murieron en el ataque y la toma de rehenes por 32 “terroristas” en una planta de gas del sureste de Argelia, confirmó ayer el primer ministro de Argelia, Abdelmalek Sellal.

El comando ligado a la red de Al Qaeda, que tomó la planta de gas de In Amenas, llegó procedente del norte de Malí. La espectacular toma de rehenes, que duró cuatro días, culminó con la muerte de “37 extranjeros de ocho nacionalidades diferentes”, mientras que 29 secuestradores murieron y tres fueron detenidos, precisó.

Se trata de un balance provisorio, ya que cinco extranjeros siguen desaparecidos después del ataque que duró del miércoles al sábado. Aunque el Primer Ministro no dio detalles sobre la nacionalidad de los extranjeros fallecidos, otras fuentes oficiales confirmaron la muerte de un francés, tres estadounidenses, dos rumanos, tres británicos, seis filipinos y siete japoneses, muchos de ellos ejecutados con un tiro en la cabeza.

El primer ministro británico, David Cameron, anunció por su parte que, tras la crisis de los rehenes en Argelia, aprovechará la presidencia de turno del grupo del G8 para concentrarse en la lucha antiterrorista en el norte de África.