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Alemania, Francia y España cerrarán sus plantas riesgosas

El País – BERLÍN

Mientras Alemania vivía una manifestación antinuclear sin precedentes, los mandantarios de la Unión Europea se comprometieron a evaluar y mejorar las medidas de seguridad de los reactores nucleares europeos.

Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea acordaron el sábado realizar pruebas de seguridad a las centrales nucleares y aplicar los más altos estándares de seguridad a los 143 reactores repartidos en 14 de los 27 países de la Unión, pero sólo Alemania, España y Francia se comprometieron públicamente a cerrar las plantas que suspenden el examen.

«Si es evidente que no supera el test de estrés de seguridad y que no se pueden aplicar medidas correctoras, la consecuencia lógica es que la central no debe tener actividad», señaló José Luis Rodríguez Zapatero.

El Consejo Europeo debatió sobre el desafío que Fukushima plantea a la política energética europea. El siniestro nipón no pone en tela de juicio el principio de que «la combinación de fuentes de energía es competencia de los Estados», reiterado ayer por los líderes europeos, pero es una lección que los Veintisiete quieren aprovechar. De ahí el propósito de revisar la seguridad de todas las centrales con patrones de máximo rigor y transparencia.

Los exámenes, que se realizarán en los meses venideros, serán elevados a finales de año al propio Consejo Europeo para que sugiera las mejoras. Los grupos ecologistas consideran que el acuerdo es insuficiente por no haber previsto sanciones.
El mismo día, alrededor de 250 mil personas respondieron a una convocatoria antinuclear sin precedentes en las principales calles de Alemania. Berlín, Hamburgo, Múnich y Colonia, las cuatro mayores ciudades, sirvieron de escenario para cuatro protestas simultáneas bajo el lema «Fukushima nos advierte: apaguemos las nucleares».

Las masivas manifestaciones antinucleares son un síntoma del descontento que podría llevar a la pérdida del próspero y estratégico bastión de la CDU en el sur de Alemania. Merkel y sus socios liberales de Gobierno desde el 2009 alargaron hace menos de seis meses la vida útil de las centrales nucleares alemanas una media de 12 años. No fue una sorpresa, dado que la impopular medida era parte del programa electoral de ambos partidos. El día del desastre de Fukushima, hace dos semanas, Merkel recordaba la «seguridad» de las centrales nucleares del país, pero ordenó su revisión general. Apenas 48 horas más tarde había cambiado de opinión y anunciaba una moratoria de tres meses sobre el aplazamiento de la desconexión. También el cierre «provisional» de las siete centrales más viejas.

¿fin de las plantas nucleares?

Más restricciones
La crisis de Fukushima podría acabar con la expansión de la energía nuclear en Europa. Los nuevos requisitos de seguridad anunciados por la UE para la construcción de nuevas centrales nucleares encarecerá el costo de los proyectos.