Mientras el Ejército sirio se prepara a las afueras de la ciudad de Alepo para la mayor batalla registrada en ese país desde que comenzó la rebelión civil, los insurgentes continúan almacenando municiones y suministros médicos. En los dos últimos días, más de 250 personas murieron producto de los enfrentamientos.
Según BBC Mundo, los informes llegados desde esa ciudad, la segunda más importante del país y la más poblada, relatan que tropas y tanques enviados por el presidente Bashar al Asad están rodeando todo el perímetro urbano.
Los rebeldes en Alepo han sufrido durante horas el ataque de fuego de artillería y helicópteros artillados, pero aún resisten, mientras en Damasco, los activistas informaron que fuerzas del Gobierno terminaron con la resistencia en los últimos bastiones en manos de la insurgencia en esa ciudad.
El comandante en jefe del Ejécito de Liberación Siria en Alepo, coronel Abdulyabar Akidi, informó a EFE que sus fuerza casi controlan la mitad de Alepo.