El excandidato presidencial de la izquierda mexicana, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), pidió ayer a sus seguidores defender sin violencia las pruebas que sustentan el juicio de inconformidad contra la elección del 1 de julio.

Obrador encabezó en Puebla, centro de México, la segunda fase de una serie de asambleas informativas que de forma simultánea se llevan a cabo en todo el territorio mexicano para recabar elementos que prueben la invalidez de las elecciones presidenciales.

“Nada de violencia, nada de provocación”, pidió Obrador a los simpatizantes del Plan Nacional de la Defensa de la Democracia y la Dignidad de México, que busca documentar el supuesto “fraude electoral” de las elecciones.

“Son como halcones, represores, pero no vamos nosotros a llevar al pueblo a la confrontación y a la violencia. Sólo recurren a la violencia los que no tienen razón y nosotros sí la tenemos”, afirmó el político de tendencia izquierdista.

Pruebas. El excandidato de las fuerzas de izquierda anunció en Puebla que la próxima semana entregarán al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) un resumen con las pruebas sobre las violaciones al proceso electoral que permitan declarar inválidas las elecciones.

El 1 de julio, más de 50 millones de mexicanos participaron en las elecciones federales en las que ganó Enrique Peña Nieto, del Partido Revolucionario Institucional (PRI) con el 38,21% de los votos.

Según los datos oficiales, el candidato de la izquierda, Andrés Manuel López Obrador, obtuvo el 31,59%. No obstante, éste rechazó los resultados y lanzó una campaña para invalidar los comicios con el argumento de que el PRI compró unos cinco millones de votos y usó a medios de comunicación.