El ministro francés de Defensa, Alain Juppé, aseguró ayer que, «a tenor de las circunstancias», alberga «pocas dudas» sobre la implicación del grupo terrorista Al Qaeda en el secuestro de los dos ciudadanos galos que murieron tras ser capturados el viernes en Niamey.

En una entrevista dada a la cadena de televisión TF1, Juppé declaró que el Gobierno francés asume «plenamente la decisión» de lanzar una operación militar junto con las fuerzas armadas nigerianas en la que resultaron muertos los dos rehenes.

«No hacer nada habría sido un riesgo doble» porque los secuestradores, que el Ejecutivo galo cree que pertenecen al grupo de Al Qaeda del Magreb Islámico, habrían llevado a los cautivos a sus bases en el desierto del Sahel y porque habría sido como enviar una señal de que «Francia no lucha más contra el terrorismo».

La decisión «que había que tomar» era «grave» y «pesada, pero la tomamos y la asumimos plenamente», aseguró el titular de Defensa en su comparecencia en la primera televisión de Francia y en horario de máxima audiencia.

La responsabilidad corrió a cargo del jefe del Estado, Nicolas Sarkozy; del jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, el almirante Édouard Guillaud; del primer ministro, François Fillon, y del propio Juppé, señaló.

La noticia del secuestro conmocionó a toda Francia.