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Arce recuerda 144 años de la invasión de Chile que causó la guerra ‘entre pueblos hermanos’

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El presidente Luis Arce recordó este martes la invasión de Chile al puerto boliviano de Antofagasta el 14 de febrero de 1879 y reivindicó a los héroes bolivianos de la época.

“Recordamos 144 años de la invasión chilena a Antofagasta, que arrastró a nuestro país a un conflicto bélico entre pueblos hermanos en el que se perdieron miles de vidas”, publicó el mandatario en Twitter.

Invasión

Precisamente el 14 de febrero de 1879, las tropas chilenas, al mando del coronel Emilio Sotomayor, desembarcaron en Antofagasta.
En esas embarcaciones llegaron al menos 2.000 efectivos del Ejército de Chile.

Y, según se conoce, los militares chilenos dominaron, en los siguientes días, las regiones de Mejillones, Cobija, Caracoles y Calama.
Pero ese despliegue tiene un precedente.

En febrero de 1878, Bolivia estableció un nuevo impuesto a la empresa chilena Compañía de Salitres y Ferrocarril de Antofagasta (CSFA) por cada quintal de salitre que exportaba.

Dicho impuesto, entonces de 10 centavos de boliviano, fue establecido por el gobierno de Hilarión Daza (1876-1879).

Cuatro fases

El historiador y documentalista boliviano Pablo Michel ubicó este funesto acontecimiento como el inicio de una estrategia chilena de cuatro fases que culminó con la toma de Lima, la capital peruana, en enero de 1881.

“La primera fase se llama la campaña de Atacama, donde no hay batallas, solo son invasiones y tomas en territorio boliviano, como la que se desarrolló en Antofagasta”, explicó a La Razón en 2016.

Cerca de las 08.00 del viernes 14 de febrero de 1879, el acorazado chileno Blanco Encalada, que intimidante estaba atracado en la rada del puerto de Antofagasta desde diciembre del año anterior, hizo disparos de artillería para “saludar la llegada” de otro acorazado, el Cochrane.

Lo mismo hizo con la corbeta O’Higgins, que transportó las tropas que horas después concretaron la invasión.

El día de la invasión descendieron del Cochrane y del O’Higgins cerca de 2.000 hombres armados con fusiles Remington.

Según la recopilación de datos de Michel, en Antofagasta vivían, en ese entonces, entre el 85%. el 90% de ciudadanos chilenos.

El resto de la población era boliviana.

Bolivianos desterrados en la invasión

Así, el ejército chileno desterró a los pocos connacionales hasta Perú en una embarcación comercial llamada Amazonas.

“El 14 de febrero, tropas chilenas tomaron por asalto el puerto de Antofagasta, Mejillones y Caracoles. Denunciamos ante el mundo el cobarde crimen. Bolivia acepta la guerra sin provocarla”, señala el principal titular del periódico boliviano El Comercio, del 28 de febrero de ese año, dos semanas después de la invasión de tropas chilenas.

El ejército chileno, al mando de Emilio Sotomayor, comenzó su marcha por la calle Bolívar de Antofagasta.

Luego, llegó hasta llegar a la plaza Colón, y rodeó el cuartel de guarnición donde había 70 gendarmes bolivianos.

La segunda fase del plan chileno, según Michel, se concretó con la campaña marítima contra la Armada del Perú.

En ella, Bolivia no participó porque no contaba con una flota marina. Las embarcaciones chilenas capturaron al emblemático buque peruano Huáscar en octubre de 1879.

La siguiente etapa, según explicó el historiador, fue la denominada fase de Tarapacá, “donde se encuentran por primera vez los tres ejércitos, Perú, Bolivia y Chile”.

Esta fase culminó con la Batalla de la Alianza en mayo de 1880 con el triunfo de las tropas chilenas.

La cuarta etapa es la campaña de Lima, “que ya es directamente la caída del Perú”, se produjo en enero de 1881 con la toma de la capital al mando del general Manuel Baquedano.

“Esas son las cuatro fases de un plan fue elaborado por Chile” para expandir su territorio”, complementó Michel.

Resultados de la batalla

El resultado de esa guerra conto miles de soldados bolivianos muertos y centenares de heridos; muchos de ellos, la mayoría de gravedad.

“Honor y gloria a nuestras heroínas y héroes que defendieron el Litoral boliviano con valor y patriotismo”, complementó Arce en su publicación.

El resultado de la guerra dejó a Bolivia sin su costa, de aproximadamente 400 kilómetros sobre el Océano Pacífico y un territorio de alrededor de 120.000 kilómetros cuadrados.

Desde entonces, los gobiernos que asumieron el mando del país trataron, sin éxito, buscar una salida pacífica al mar.

En el último tiempo, debido a la afinidad ideológica, el gobierno de Arce dijo estar “esperanzado” en conseguir “resultados favorables” al acercarse su par de Chile, Gabriel Boric.