El Ejército argelino continuaba hasta anoche la operación que comenzó el jueves para intentar rescatar a los rehenes que todavía continúan en manos de un grupo de terroristas en la planta de gas de In Amenas (sureste), en la que al menos han muerto “12 rehenes argelinos y extranjeros”.

El ministro de Comunicación de Argelia, Mohamed Said, explicó ayer que la intervención inmediata de las fuerzas especiales del Ejército, que tomó por sorpresa a algunos líderes occidentales, fue necesaria para evitar “una verdadera catástrofe y una masacre”.

El ministro subrayó que los terroristas cuentan con explosivos, misiles y lanzacohetes y están determinados a cumplir las órdenes que recibieron, llevar a los rehenes a Mali. Según los datos oficiales, 573 argelinos han sido rescatados, así como un centenar de ciudadanos extranjeros, por lo que una treintena de trabajadores extranjeros continúan aún en el vasto complejo gasístico, algunos de ellos escondidos y otros en manos de los captores.

El grupo salafí que el miércoles asaltó la planta de gas, denominado “Los que firman con sangre”, declaró ayer a través de la agencia privada mauritana ANI que todavía mantiene a siete occidentales en su poder.

Los asaltantes insistieron en que en un bombardeo lanzado el jueves por el Ejército durante la operación de rescate, 35 rehenes y 16 islamistas perdieron la vida. Unas cifras que difieren del balance dado hasta el momento por las autoridades argelinas de 18 terroristas muertos. Los secuestradores ofrecieron liberar a los rehenes estadounidenses a cambio de dos dirigentes islamistas encarcelados en EEUU.

No obstante, Estados Unidos rechazó cualquier tipo de negociación con el grupo salafista, y la portavoz del Departamento de Estado, Victoria Nuland, subrayó que “Estados Unidos no negocia con terroristas”.

Causas. Los terroristas están bajo las órdenes del argelino Mojtar Belmojtar un veterano líder cercano a Al Qaeda, que dijo que el ataque era en represalia por la decisión de Argelia de abrir sus espacio aéreo a los aviones franceses que se unieron a la lucha del Ejército maliense contra los grupos salafíes que controlan el norte de Mali desde junio.

Mientras la operación continúa, Mohamed Said señaló que “la situación está bajo control” y que se han tomado todas las medidas para evitar las posibles consecuencias de una eventual explosión en la planta, donde se procesa el 10% del total del gas del país.

El ministro quiso así lanzar un mensaje tranquilizador al agregar que también se habían dado pasos para compensar la producción de gas y mantenerla en sus niveles habituales. La Agencia Internacional de la Energía dijo ayer que la crisis de los rehenes en la planta gasística del sur de Argelia tendrá consecuencias negativas sobre el sector energético de ese país.

Fuentes oficiales declararon que están intentando alcanzar una solución pacífica con los asaltantes, que todavía se encuentran en la zona de producción del vasto complejo gasístico situado en medio del desierto.

La televisión estatal mostró las primeras imágenes de rehenes argelinos y extranjeros liberados por las fuerzas especiales del Ejército, que relataron la angustia que sufrieron durante el secuestro y agradecieron la intervención militar. También transmitió imágenes de heridos en el hospital de In Amenas.

Sigue avance de aliados

El Ejército de Malí, apoyado por tropas francesas, proseguía ayer su avance hacia el norte del país y retomó la ciudad de Konna, expulsando a tropas islamistas. Responsables de la toma de rehenes en Argelia dijeron que desean negociar el fin de la intervención francesa. AFP