Argentina pide inhabilitar a S&P, Moody’s y Fitch por fraude
S&P prometió una vigorosa defensa, diciendo que el juicio que se avecina no tendrá “fundamento en los hechos o en lo jurídico”.
La presidenta de Argentina, Cristina Fernández, pidió la inhabilitación de las agencias calificadoras de riesgo, tras la demanda presentada por Estados Unidos contra Standard & Poor’s (S&P) a raíz de pérdidas causadas como resultado de calificaciones infladas de bonos hipotecarios.
“La inhabilitación para actuar como calificadoras debería ser la verdadera y más efectiva sanción” para esas agencias (S&P, Moody’s y Fitch Ratings), dijo Fernández en su cuenta en la red social Twitter. “La inhabilitación a las calificadoras impide que sigan estafando y engañando al mundo”, agregó.
Al anunciar una demanda contra S&P y su casa matriz, McGraw Hill, por la que EEUU pretende obtener al menos $us 5.000 millones, el fiscal general norteamericano, Eric Holder, dijo que la poderosa agencia exageró las calificaciones de títulos financieros, tergiversando su verdadero riesgo de crédito.
Fernández calificó la demanda presentada por Holder como “un paso adelante”, pero en otro tuit sostuvo que “se requiere más. Why? Simple: USD 5 mil millones parece una suma importante, y lo es, pero comparada con los cientos de miles de millones con que los tesoros de USA y Europa fondearon bancos, resulta casi irrisorio”.
La gobernante ha formulado duras críticas a las agencias calificadoras de riesgo, a las que acusa de no perdonarle a Argentina haber refinanciado su deuda en default y de haber saldado en 2005 su adeudo total con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por $us 9.500 millones. Argentina reestructuró en 2005 y 2010 el 93% de la deuda que había caído en default en 2001 por unos $us 100 mil millones.
Demanda. Respecto a la demanda de EEUU contra S&P, el Fiscal General estadounidense señalo el martes: “En pocas palabras, esta supuesta conducta es notoria y va al corazón mismo de la reciente crisis financiera”.
“A partir de septiembre de 2004 y al menos hasta octubre de 2007, en el distrito de California y otras partes”, McGraw Hill, a través de las calificaciones de su filial S&P, “con conocimiento de causa y la intención de inducir a error, concibió y ejecutó un sistema para engañar a los inversores” con sus notas de productos financieros derivados de créditos hipotecarios, explica la demanda presentada.
S&P atribuyó “de manera errónea sus notas de crédito de títulos derivados de préstamos hipotecarios presentándolas como objetivas, independientes y carentes de conflictos de intereses”, cuando la calificadora buscaba incrementar su parte de mercado con notas muy complacientes.
La demanda presentada en Los Ángeles insiste también en que “S&P hizo creer a las instituciones financieras que invirtieron en esos derivados de créditos hipotecarios que sus notas representaban su verdadera opinión sobre el riesgo crediticio de esos títulos, cuando en verdad no era el caso”.
La muy elevada exposición de numerosos bancos a ese tipo de productos fue una de las causas de la crisis financiera mundial de 2007-2008, y que condujo a la quiebra de bancos como Lehman Brothers pero también a la ruina de numerosos ahorristas.
Réplica de la calificadora
S&P prometió una vigorosa defensa, diciendo que el juicio que se avecina no tendrá “fundamento en los hechos o en lo jurídico”, y dio a entender que se trataba de una venganza política por la rebaja histórica de la calificación crediticia de EEUU en agosto de 2011.