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Assange debe seguir preso pese a la fianza

El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, casi saboreó la libertad tras la decisión de un juez británico, pero deberá permanecer entre rejas hasta que se resuelva la apelación presentada por Suecia, país que reclama su extradición por presuntos delitos sexuales.

El australiano, de 39 años, levantó el pulgar en señal de victoria al escuchar el veredicto en el tribunal de primera instancia de Westminster, después de haber pasado una semana encerrado en el penal londinense de Wandsworth.

Horas después, sin embargo, las partes fueron nuevamente convocadas por el juez Howard Riddle, y la abogada que representa al Estado sueco, Gemma Lindfield, anunció su intención de apelar la decisión de liberarlo. El recurso será examinado en un plazo máximo de 48 horas.

Al final de una tarde maratónica, uno de los abogados de Assange, Mark Stephens, reaccionó diciendo que los suecos «claramente no van a escatimar recursos para mantener a Assange en la cárcel».

«Esto está convirtiéndose en un juicio espectáculo», agregó el abogado, que ha denunciado desde el principio las «motivaciones políticas» de la persecución de su cliente, cuya página web difunde desde finales de noviembre miles de documentos confidenciales de la diplomacia estadounidense.

En contrapartida de la liberación, el juez Riddle estableció como condiciones el pago de una fianza de 380.000 dólares —300.000 de las cuales en metálico—, el uso de un brazalete electrónico y el cumplimiento de un toque de queda.