Los observadores internacionales que velan por el alto el fuego en Siria fueron objeto de la violencia. Un vehículo militar del régimen sirio que escoltaba a un convoy de Naciones Unidas, en el que viajaban una decena de observadores, recibió el impacto de una fuerte explosión segundos después del paso de los motorizados de la ONU.

En uno de los coches viajaba Robert Mood, general noruego y jefe de la misión de la ONU que habría resultado ileso, de acuerdo con el relato de los reporteros. Ningún grupo armado ha reclamado hasta ahora la autoría del ataque.  

La fuerte explosión tuvo lugar cuando el convoy de Naciones Unidas se desplazaba hacia la ciudad de Deraa, al sur del país, zona eminentemente agrícola y el primer foco de rebelión en marzo de 2011 contra el régimen de Bachar el Asad. Desde entonces al menos 9.000 personas habrían perdido la vida, según datos de la ONU.