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Atentados en Siria siguen a pesar de la ONU

Los atentados mortíferos se multiplicaron últimamente en Siria, pese al despliegue de 145 observadores de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) encargados de vigilar un alto el fuego continuamente incumplido en este país.

La represión y los combates entre soldados y desertores continuaron ayer, con ocho nuevos muertos, cuatro civiles y cuatro militares. La comunidad internacional, que adoptó numerosas sanciones y desplegó a 145 observadores en el país, ha sido de momento incapaz de detener la violencia, que dejó más de 12 mil muertos en 14 meses de rebelión contra el régimen, según el opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos.

Los atentados se multiplicaron recientemente, sobre todo desde el alto el fuego instaurado el 12 de abril, pero continuamente violado. Dichos ataques golpearon sobre todo Damasco y Alepo (norte), las dos mayores ciudades de Siria.

Varios de esos atentados fueron reivindicados por un grupúsculo extremista, el Frente al- Nosra, desconocido hasta el estallido de la rebelión contra el régimen del presidente Bashar al Asad en marzo de 2011. Ayer, se atribuyó la responsabilidad del doble atentado que costó la vida el jueves a 55 personas en Damasco, según la prensa oficial.

El Frente al-Nosra, del que se ignora la filiación, dijo que efectuó los ataques “en respuesta al bombardeo por parte del régimen de barrios residenciales”. Estas alegaciones son difíciles de verificar. Además, la voz grabada en el video de reivindicación estaba distorsionada y en las imágenes no se veía a ningún miembro del grupo.

El viernes, el Gobierno dijo que frustró un atentado suicida en Alepo. El suicida, “abatido antes de que pudiera cometer su crimen terrorista”, según la televisión estatal, transportaba 1.200 kilos de explosivos.

El diario gubernamental As Saura imputó ayer la responsabilidad de los atentados a Al Qaeda, apoyada por “Estados Unidos y Occidente a través de sus instrumentos de la región: la vecina Turquía o los emiratos petroleros”.

Opositores. La oposición, por el contrario, acusa al régimen de efectuar esos ataques para sabotear el plan de paz del emisario internacional Kofi Annan. El Consejo Nacional Sirio acusó incluso a las autoridades de hacer una puesta en escena con los atentados, colocando cadáveres de prisioneros en los lugares de las explosiones. Mientras tanto, sobre el terreno, 145 observadores de la ONU están desplegados, casi la mitad de los 300 previstos en el cuadro de la misión de supervisión del alto el fuego instaurado en el plan.