Australia confirmó ayer que su embajada en Washington está preparada para una eventual extradición del fundador de WikiLeaks, Julian Assange, a Estados Unidos.
“La Embajada de Australia en Washington ha estado preparándose para la eventualidad de una extradición”, declaró a la televisión ABC el ministro de Comercio, Craig Emerson.
Según el diario The Age, Australia no se opone a la potencial extradición y habría solicitado asesoramiento preliminar de Estados Unidos para cualquier eventual procesamiento de expiratas informáticos. La publicación también dice que tanto el Primer Ministro como el Ministro de Relaciones Exteriores han sido informados de ello.
Según documentos desclasificados, la embajada australiana en Washington estuvo al corriente de una investigación de 18 meses contra Assange y “se toma seriamente” la posibilidad de que el fundador de WikiLeaks sea extraditado a EEUU.
“La embajada está haciendo su trabajo, para estar en condiciones de asesorar al gobierno si cree que una extradición es inminente. No hay pruebas de que esa extradición se vaya a producir”, dijo Emerson. Añadió que diplomáticos australianos en la capital estadounidense “prepararon planes de contingencia para el caso en que esa posibilidad se plantee”.
Los diplomáticos australianos creen que Washington apunta a Assange para procesarlo por cargos relacionados con WikiLeaks entre los que se incluyen espionaje y conspiración.