Los fiscales de Arizona anunciaron cinco cargos, incluyendo asesinato e intento de asesinato, contra Jared Loughner, a causa de la balacera del sábado que alcanzó a 20 personas —seis muertos y unos 14 heridos—, incluyendo la congresista demócrata Gabrielle Giffords, que ayer por la tarde conseguía en estado crítico.

La hoja de cargos reveló que los investigadores revisaron la casa de Loughner en Tucson y hallaron una carta de Giffords de agosto del 2007 en la que le agradecía por asistir a un mitin similar al del tiroteo. Pero también dieron con un sobre con las frases «Lo tenía planeado», «Mi asesinato» y «Giffords» escritas a mano, además de lo que parecía ser la firma de Loughner, según la declaración jurada de los fiscales.

En una entrevista con la cadena Fox News, el comisario del condado de Pima, Clarence Dupnik, se refirió a otra carta de Loughner en la cual «indicaba que iba a matar a esa mujer chillona».

Consultado si estaba claro que Giffords, de 40 años, era el objetivo buscado, Dupnik respondió: «No hay ninguna duda al respecto. No hay ninguna duda de que éste fue un acto de un solo individuo muy perturbado».

En tanto que el director de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), Robert Mueller, afirmó ayer que no tiene constancia de que existan amenazas contra otros legisladores, tras el ataque en el que  resultó gravemente herida la congresista Gabrielle Giffords. 

Mueller se desplazó a Arizona para seguir de cerca las investigaciones del ataque del sábado.

CRÍTICO. Gabrielle Giffords, de 40 años, se encontraba en un coma inducido pero respondía a órdenes verbales básicas, dijeron los médicos en el Centro Médico de la Universidad de Arizona en Tucson, donde se manifestaron «cautelosamente optimistas» sobre sus posibilidades de recuperación.

Jared Lee Loughner, de 22 años y bajo custodia de las autoridades, fue acusado formalmente del asesinato del juez federal John M. Roll, y de Gabriel Zimmerman, asistente de la legisladora demócrata Giffords, así como de otros cargos por intento de asesinato, anunció el fiscal de Arizona.

Una niña de 9 años —nacida el 11 de septiembre del 2001— también figuraba entre los seis muertos y al menos 14 heridos que dejó el tiroteo en un acto político llamado «El Congreso en tu esquina», al que Giffords convocó el sábado en Tucson, 185 km al sur de Phoenix, la capital del estado, cuando Loughner abrió fuego con una pistola Glock 9mm.

COMPARECE HOY EL AUTOR DEL ATAQUE
Jared Lee Loughner, acusado del ataque a la congresista Gabrielle Giffords, comparecerá ante la corte hoy a las 17.00, hora boliviana, en Phoenix, dijo el fiscal. En tanto, el presidente  Barack Obama llamó a los ciudadanos a hacer «un momento de silencio» hoy.

Perfil de un ¿pistolero solitario?
BBC MUNDO n Quién es Jared Lee Loughner, sospechoso de disparar contra la congresista Gabrielle Giffords y matar a otras seis personas en Arizona, sigue siendo un misterio. La única pista que tienen los medios de comunicación: un extraño perfil en YouTube y Myspace.

«Tiene un pasado algo traumático (…) podría tener un problema mental». Así describió a Loughner el alguacil del condado de Pilmar, Clarance Dupnik horas, después de su detención.

Un perfil de alguien que se hace llamar Jared Lee Loughner en YouTube —que las autoridades investigan si es suyo—, presenta a un joven incoherente y ferviente creyente en las teorías de la conspiración. En el popular portal de videos, el joven declara entre sus libros favoritos obras tan aparentemente incompatibles como el Manifiesto Comunista, de Karl Marx, y Mi Lucha, de Adolf Hitler.

En la lista también están El viejo y el mar, del Premio Nobel Ernest Hemingway o Rebelión en la Granja, de George Orwell.
Según la Policía, Jared Lee Loughner «tiene un pasado algo traumático». En los videos, básicamente textos sin acompañamiento de imágenes, se pueden leer frases del tipo: «el Gobierno está usando control mental y lavado cerebral sobre las personas a través del control de la gramática», o también: «No, no pagaré mis deudas con una moneda que no es respaldada por oro y plata. No, no confío en Dios».