Washington
El presidente Barack Obama firmó ayer la ley de reforma financiera que aprobó la semana pasada el Senado estadounidense, una de las iniciativas más importantes de su agenda legislativa y, quizá, el último gran triunfo parlamentario que se anote la Casa Blanca este año.

BBC Mundo informa de que la reforma busca establecer controles más estrictos sobre el sistema financiero para evitar que las prácticas «irresponsables» puedan conducir al conjunto de la economía al precipicio, como ocurrió el 2007-2008 tras la crisis de los préstamos de alto riesgo y el colapso del mercado inmobiliario estadounidense.

Además de regulaciones, la nueva ley establece una oficina de protección al consumidor con la que se busca proteger a los clientes de las llamadas prácticas «depredadoras» de la banca. Un punto en el que las minorías negra y latina han sido históricamente más vulnerables.

Como reconocía en mayo en un comunicado el Departamento del Tesoro, «demasiadas familias latinas han pagado el precio de un marco regulatorio desfasado que dejó al sistema financiero vulnerable y a las familias sin adecuada protección».

Datos de la Reserva Federal, el Banco Central de EEUU, advierten que los latinos tienen 30% más de posibilidades de ser afectados por «préstamos fraudulentos», aquellos que les fuerzan a pagar un interés más elevado del que podría obtener de acuerdo a su calificación de riesgo.

El 2009, el 17% de los hispanos propietarios de inmuebles se enfrentaron a un proceso de ejecución hipotecaria, frente al 11% entre población negra y el 7% entre blancos no hispanos. La mitad de esas hipotecas fueron contratadas entre 2005 y 2006, en la cúspide de la bonanza crediticia en EEUU.

Graciela Aponte, analista legislativa del Consejo Nacional de La Raza, la mayor organización de defensa de los derechos de los hispanos, aseguró a BBC Mundo que parte de los problemas surgen porque los latinos tienen una cultura bancaria distinta o la desconocen.

Según cifras del Banco Mundial, el 2009 unos US$ 48.000 millones salieron de EEUU hacia América Latina y el Caribe en forma de remesas enviadas por migrantes a sus familias. A veces, lo que pagan los usuarios por el servicio no está claro.

La nueva ley exige a bancos y otras empresas que trabajan con giros y transferencias discriminar los costos e impuestos que paguen los clientes al contratar sus servicios, de manera que sepan cuánto dinero recibirá el beneficiario final.

Para algunos, ese solo detalle, es suficiente para considerar que la reforma es un beneficio directo para la comunidad hispana en EEUU.

La medida más radical desde 1929

Firma
Barack Obama hizo historia ayer al promulgar la mayor reforma financiera desde 1929, año de la gran recesión.

Promesa
El Presidente aseguró que el pueblo estadounidense jamás volverá a pagar por los errores de Wall Street.