El Banco Central Europeo (BCE) anunció compras ilimitadas de bonos de deuda soberana con vencimientos de entre 1 y 3 años de países de la Eurozona que lo soliciten, bajo estrictas condiciones, para enfrentar una crisis que paraliza a la región y preocupa al mundo.

La medida, anunciada por el presidente de la institución, Mario Draghi, fue recibida con fuertes alzas en las bolsas y permitió aflojar la presión sobre las deudas de los países más golpeados por la crisis, como España e Italia. La iniciativa apunta precisamente a contrarrestar el fuerte diferencial entre las tasas exigidas por los mercados a esos países y las que pagan aquellos que ostentan economías más sólidas, como Alemania.

El programa de compra de deuda —”Transacciones monetarias directas”— se lanzó debido a las “perturbaciones graves observadas en el mercado de la deuda pública por temores infundados por parte de los inversores sobre la reversibilidad del euro”, dijo.

Las medidas no apuntan a reducir las primas de riesgo (diferenciales con las tasas alemanas de referencia) hasta algún nivel específico, pero su activación supone un pedido formal por parte de los interesados, precisó Draghi.

 Al recibir en Madrid a la canciller alemana, Angela Merkel, el jefe del Gobierno español, Mariano Rajoy, aseguró, sin embargo, que no había solicitado ningún tipo de rescate global y se negó a comentar las iniciativas del BCE. Por su parte, el primer ministro italiano, Mario Monti, calificó de “importante paso hacia adelante” las decisiones de esta institución. Según Merkel, el banco tomó sus decisiones “en el marco de su independencia y su mandato”.