En América Latina, Bolivia, El Salvador y México son los países que más «corrupción menor» padecen (entre el 30 y el 50% la ha sufrido en el último año), seguidos por Chile, Colombia, Perú y Venezuela (entre el 20 y el 30%) y más lejos Argentina (entre el 6 y el 20%).

Los datos corresponden a una encuesta de Transparencia Internacional (TI) difundida ayer y que además revela que el 25% de los ciudadanos de todo el mundo ha sobornado a funcionarios con sumas menores de dinero, en los últimos meses, para recibir servicios públicos básicos.

El Barómetro Global de la Corrupción 2010 apunta que este tipo de delitos económicos menores, denominados «corrupción menor», predominan en Asia y África, y afectan principalmente a la Policía, el funcionariado de aduanas y registros, y el sistema judicial.

Los países donde se da más la «corrupción menor» son, según este estudio: Afganistán, Camboya, Camerún, India, Irak, Liberia, Nigeria, Palestina, Senegal, Sierra Leona y Uganda, países en los que más de la mitad de la población encuestada admite haber pagado una coima en los últimos 12 meses.

En el extremo opuesto, con menos de un seis por ciento de casos, se sitúan Australia, Brasil, Canadá, Croacia, Dinamarca, Finlandia, Alemania, Hong Kong, Islandia, Irlanda, Israel, Corea del Sur, Holanda, Nueva Zelanda, Noruega, Portugal, Eslovenia, España, Suiza, Reino Unido y EEUU.

El barómetro asegura asimismo que la crisis financiera internacional ha espoleado la corrupción en los últimos tres años en todo el mundo, y especialmente en los países de Norteamérica y Europa.

Según este documento, el 73% de los europeos encuestados y el 67% de los norteamericanos considera que este tipo de delitos económicos ha aumentado en el último trienio en sus respectivos países. El promedio mundial de las personas cree que la corrupción se ha incrementado.