La oposición siria reclamó ayer una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU después de que las fuerzas del régimen sirio bombardearan la región de Hula (centro) provocando la masacre. El jefe de los observadores de la ONU en Siria, el general Robert Mood, condenó la “tragedia brutal” y añadió que “los observadores han confirmado el uso de artillería desde carros blindados”.

Los bombardeos comenzaron el viernes al mediodía contra los suburbios de Hula, en particular contra los poblados de Taldo al sur y Tibé al oeste, y continuaron hasta la madrugada del sábado, informó el jefe del Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH), Rami Abdel Rahman.

Ayer, numerosos habitantes de Tibé y Taldo huían hacia el centro de Hula por temor a nuevos bombardeos. El OSFH denunció la     inacción de la comunidad internacional y de la Liga Árabe, calificándolas de “cómplices del régimen sirio en la matanza de Hula”.

Mientras tanto, el Ejército Libre Sirio (ELS), brazo armado de la oposición, pidió al llamado Grupo de Países Amigos de Siria que formen una alianza militar para lanzar ataques aéreos contra el régimen del presidente Bachar el Asad.

“Pedimos de manera urgente a los Países Amigos de Siria que creen una alianza militar, fuera del Consejo de Seguridad de la ONU, para lanzar ataques aéreos contra objetivos del régimen”, subrayó el presidente del Consejo Militar Supremo del ELS, el general de brigada Mustafá el Sheij.

La comunidad internacional condenó lo sucedido. A la par que el ELS pidió ayer al Consejo de Seguridad que anuncie el completo fracaso del plan del mediador internacional, Kofi Annan, y que adopte “medidas rápidas y decididas para salvar a Siria.  De acuerdo con el OSDH, más de 12.600 personas han muerto en Siria desde que comenzó la revuelta contra el régimen. La mayoría de las víctimas son civiles.