Brasil restringe a tres familiares y a un abogado las visitas al senador Pinto
La administración de Brasil explicó que la decisión responde a medidas de seguridad y al cumplimiento de tratados internacionales. El legislador pandino permanece en ambientes de la Embajada de Brasil en La Paz desde el 28 de mayo de 2011

El Gobierno de Brasil restringió a tres familiares y a su abogado las visitas al senador opositor Roger Pinto, quien se encuentra desde mayo en oficinas de la Embajada de Brasil en Bolivia a la espera de un salvoconducto. La decisión fue comunicada al legislador y fue atribuida a factores de seguridad, se informó.
Denise, hija de Pinto, informó a La Razón Digital que Brasil tomó hace un mes la decisión de restringir las visitas a su padre, quien no puede abandonar Bolivia porque el Gobierno no le otorga el salvoconducto que le permitirá viajar a Brasil, que le otorgó asilo político.
“Solamente tenemos acceso a él tres familiares y el abogado defensor, pero cualquier determinación que se tome queremos creer que es por el bien de mi papá. Sólo tenemos permiso dos familiares allegados a mi papá, mi persona y su abogado”, informó vía teléfono Denise.
La Agencia Brasil informó el jueves que el gobierno brasileño impuso restricciones a las visitas al senador Pinto. Según la fuente, Pinto puede permanecer en la embajada de Brasil, pero solamente será autorizado a recibir «visitas de sus parientes próximos, de su abogado y, si es necesario, de profesionales de la salud».
Según la hija del senador, el Gobierno de la presidenta Dilma Rousseff le comunicó a través de la Embajada que la medida fue asumida para resguardad su seguridad física y “en estricto cumplimiento de los tratados internacionales”.
Pinto, de 52 años, está refugiado en la Embajada de Brasil en La Paz desde el 28 de mayo del año pasado. Diez días después se le otorgó asilado político, pero el senador no ha podido abandonar la embajada por falta de un salvoconducto que el Gobierno boliviano hasta ahora le niega, pues sostiene que debe responder a diversos procesos judiciales. El senador se declaró perseguido político por la veintena de procesos iniciados en su contra.
“Nosotros como familia exigimos que el Gobierno boliviano le entregue el salvoconducto a mi papá, sólo queremos que el Gobierno cumpla con los tratados internacionales. No pedimos un favor sino que se cumpla la ley”, reclamó Denise.
La situación, añadió, es bastante ‘difícil’ porque antes no sólo recibía la visita de familiares sino de amigos y políticos. Aseguró que su padre está bien de salud y que la decisión de Brasil no minerá desgastará su moral.
El senador de Pando por Convergencia Nacional (CN) vive en una habitación de 20 metros cuadrados, que sirve le sirve de hogar y oficina.