Brexit, coronavirus y bebé, un primer año ajetreado para Boris Johnson
El dirigente de 56 años celebra este viernes su primer año como primer ministro. "Hace un año, subía los escalones de Downing Street e hice una promesa al pueblo británico", declaró, la de "alcanzar el Brexit, y después unir y mejorar el país".
Un éxito electoral, el Brexit, una crisis sanitaria global que podría haberlo matado, el divorcio, un anuncio de compromiso y hasta un bebé. El primer año en el poder del conservador británico Boris Johnson da vértigo.
El dirigente de 56 años celebra este viernes su primer año como primer ministro. «Hace un año, subía los escalones de Downing Street e hice una promesa al pueblo británico», declaró, la de «alcanzar el Brexit, y después unir y mejorar el país».
«Logramos el Brexit e hicimos grandes progresos en el cumplimiento de esas prioridades. Entonces nuestro país fue golpeado por un golpe devastador en forma de coronavirus», dijo en un comunicado con motivo del aniversario.
A mediados de julio de 2019, Boris Johnson se convirtió en un simple diputado tras haber dimitido del gobierno de Theresa May, renunciando al ministerio de Relaciones Exteriores por su desacuerdo con su estrategia sobre la aplicación del Brexit, que él apoyó en el referéndum de junio de 2016.
El exalcalde de Londres saltó de nuevo a la palestra cuando May se vio obligada a dimitir, después de que el Parlamento rechazara varias veces el acuerdo de salida de la Unión Europea (UE) que ella había negociado con Bruselas.
Boris Johnson obtuvo fácilmente el liderazgo del Partido Conservador y, a partir de ahí, la jefatura del país. Después se arriesgó a apostar por convocar elecciones legislativas anticipadas para conseguir una mayoría perdida por May en los comicios anteriores.
Logró una victoria abrumadora: la mayor mayoría parlamentaria desde Margaret Thatcher, lo cual allanó el camino para que el Reino Unido abandonara la UE el 31 de enero.
Después de 47 años de un matrimonio turbulento, esta separación marcaría, según él, un «verdadero momento de renovación nacional». Pero este «nuevo comienzo», que debía plasmarse en inversiones en los servicios públicos e infraestructuras, como prometió durante la campaña, tropezó con la epidemia del nuevo coronavirus.
45.000 muertos
Boris Johnson fue criticado por haber tardado en imponer medidas estrictas, pese a que la mayoría de los países europeos ya habían cerrado sus fronteras y confinado a la población.
Con unos 45.000 muertos, el Reino Unido es el país europeo más afectado por el coronavirus.
«Johnson y su equipo harían bien en hacer un buen uso del período de tregua (que se anuncia este verano) para cambiar el enfoque del gobierno», señalaba el jueves el Times en un editorial.
El propio Johnson pagó el precio, contrayendo a finales de marzo una forma grave del COVID-19, por la que estuvo en cuidados intensivos y que casi lo mata.
Unas semanas después de su salida del hospital, su prometida Carrie Symonds dio a luz a su primer hijo. Tiene otros cuatro de su segundo matrimonio.
A pesar de todo Boris Johnson conserva fervientes partidarios, que elogian su capacidad de delegar y su determinación. Según un sondeo de YouGov publicado el jueves, el 89% de los conservadores quieren que siga siendo el líder del partido.
Es un personaje «extravagante pero con una visión estratégica», dijo el presidente francés Emmanuel Macron de él. «Quienes no lo tomaron en serio se equivocaron».
Desafíos
Boris Johnson tiene muchos desafíos por delante, sobre todo porque el impacto de la pandemia en la economía británica se sentirá realmente dentro de unos meses.
Después de mantener su «promesa» de «alcanzar el Brexit», el dirigente quiere ahora, con motivo de su aniversario a la cabeza del gobierno, «hacer un juramento», el de «no dejar que el virus frene este país». Los expertos advierten de una posible segunda ola de contagios.
Pero el primer ministro aún no se ha quitado de encima el problema del Brexit, que hizo caer a sus dos predecesores. Las negociaciones con Europa sobre su futura relación parecen estancadas.
También se enfrenta a un nuevo rival a la cabeza del opositor Partido Laborista, desde que fue elegido Keir Starmer en abril.
Las ansias de independencia de Escocia y las disensiones dentro de su propio partido, incluso de parte de su asesor Dominic Cummings, lo mantendrán ocupado.
Según un sondeo, la creciente popularidad de su joven ministro de Finanzas, Rishi Sunak, podría acabar eclipsándolo.
(24/07/2020)