Ginebra

ONU expresó su alarma mientras que en Somalia los rebeldes se retiran

La ONU expresó su gran «alarma» por el brote de sarampión detectado entre los refugiados somalíes en el campamento de Dolo Ado, en Etiopía, adonde han llegado huyendo de la hambruna en su país.

El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) señaló que este brote puede provocar una alta mortalidad y graves enfermedades por las condiciones de malnutrición en las que llegan los refugiados a los campamentos. La prioridad será una campaña de vacunación masiva.

Esta situación «puede revertir los progresos de las últimas semanas para estabilizar las condiciones de los refugiados somalís», lamentó.

ACNUR señaló que oficialmente se registraron 47 casos y 3 muertes atribuidas al sarampión en el campamento de Kobe, donde residen 25.000 personas.

«Pero sólo el 4 de agosto los trabajadores de salud informaron de que hubo 25 muertes en el campamento, la mitad de ellas sospechosas de sarampión, siendo niños los más afectados», sostuvo.

«Otros casos sospechosos han sido reportados en otros dos campamentos de esa misma área, así como en un centro de tránsito donde hay 15.000 refugiados que esperan ser reubicados en el recién abierto campamento de Hilaweyn».
Por el momento, se ha empezado a inmunizar a los niños refugiados entre seis meses y quince años que son transferidos del centro de tránsito a Hilaweyn.

En tanto, en Somalia, el presidente Sharif Sheikh Ahmed, y el primer ministro, Abdiweli Mohamed Ali, anunciaron ayer haber derrotado a los radicales islámicos de Al Shabab, vinculados a Al Qaeda, al obligarles a retirarse de la capital, Mogadiscio. «Es el inicio de la paz y la estabilidad para Somalia», subrayó el presidente somalí.

Para los rebeldes esa retirada es su «cambio en la táctica de guerra».