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Caballo de paso se une a la gastronomía

Un espectáculo de caballos de paso en Perú puede disfrutarse tanto como los platos típicos de la gastronomía local. Por eso en Pachacamac, junto a antiguos santuarios preincaicos, algunos centros equinos se han convertido en restaurantes temáticos que unen dos pasiones nacionales.

Los caballos muestran su habilidad y sorprenden a visitantes y turistas que disfrutan de la exhibición mientras saborean anticuchos (trozos de corazón de res macerados) y beben cerveza de kiwicha, bebida a base de granos andinos de los antiguos peruanos.

“Hemos logrado juntar dos tradiciones peruanas: el caballo de paso y el boom de la gastronomía”, dijo a la AFP Jorge Navarro, un criador de caballos que decidió, junto a su familia, abrir un restaurante que le permite reunir en un mismo lugar las dos pasiones peruanas. El lugar rinde culto al caballo de paso y está ambientado con pinturas de equinos, esculturas, estribos, monederos y elementos que son propios de esta actividad. Los asientos del bar son monturas de cuero.

Mientras en la cocina trabajan preparando cebiches, lomo saltado, carapulcra y otros platos de bandera que ofrece Navarro, en una pista de tierra se realiza una demostración de la “marinera con caballo de paso”.   

Con movimientos armoniosos, una amazona montada a caballo gira alrededor del jinete (chalán) que lanza el pañuelo por el aire mientras suena la música típica de la costa peruana.

El andar del equino es único en el mundo con logrados cambios de ritmos y velocidades que son el resultado de siglos de perfeccionamiento de la raza.

El local, como otros que pululan en la zona, está ubicado en la hacienda Mamacona, distrito limeño de Pachacamac.