Una banda de sicarios colombianos, dedicada presuntamente a ajustes de cuentas del narcotráfico, fue desarticulada en Madrid por la Policía, que se incautó de un arsenal que incluía un lanzagranadas antitanque.
Las siete detenciones se produjeron luego de que la organización recibiera un importante cargamento de armas con las que presuntamente cometerían esos ajustes de cuentas o bien para venderlas a otro cartel mexicano de la droga en Valencia (este).
Entre las armas incautadas, figuran un lanzagranadas antitanque, detonadores, cinco fusiles y pistolas con silenciador, un rifle con mira telescópica, un revólver y dos escopetas.
Las autoridades sospechan que la banda colombiana tenía la misión de ejecutar ajustes de cuentas en forma de asesinatos, secuestros o palizas a aquellos que no pagaban las deudas derivadas del narcotráfico a los carteles de Colombia.
Entre los detenidos se encuentra el cabecilla de esta “oficina de cobros”, apodado El Conejo, un antiguo integrante de la banda de colombianos “Señor del Ácido” y que está reclamado por las autoridades colombianas, además de su lugarteniente, El Monstruo, sobre el que pesa una orden europea de detención y entrega.
Los sicarios arrestados se referían a cometer un asesinato como “enviarle flores a alguien”, según las fuentes policiales. Por esa acción podrían recibir la mitad de la cantidad que debía la víctima al cartel.