La agencia de medición de riesgo Moody’s dio ayer un primer aviso a los países del centro de Europa por la gestión de la crisis de la deuda soberana en la eurozona, al asignar una perspectiva negativa a su calidad crediticia a Alemania, Holanda y Luxemburgo.

Las deudas soberanas de estos tres países tienen todavía la calificación máxima de triple A (la más alta), pero Moody’s modificó su perspectiva de “estable” a “negativa” y las ha puesto en observación debido a la vinculación de sus sistemas bancarios con las de los países con problemas de la zona euro.

En reacción a la decisión de Moody’s, la compañía Pimco, filial de la aseguradora alemana Allianz y el mayor inversor del mundo en deuda, anunció que va a reducir su cartera de bonos soberanos de Alemania.

Por su parte, el ministro alemán de Economía, Philipp Rösler, restó importancia a la decisión de Moody’s de situar la deuda de Alemania en “perspectiva negativa” y afirmó que la economía del país “está en muy buena situación”.

Según la agencia AFP, esta noticia ha repercutido de nuevo en los intereses que paga España para financiar su deuda, ya que las tasas de interés volvieron a marcar un nuevo récord, al 7,61% —muy por encima del 7% que obligó a países como Grecia, Irlanda o Portugal a recurrir a un rescate—, pero las Bolsas europeas repuntaban ligeramente después de que algunas estadísticas de China dejaron en segundo plano la bomba de Moody’s.