Thursday 28 Mar 2024 | Actualizado a 19:50 PM

Chávez está en Venezuela y seguirá tratamiento en hospital militar caraqueño

Según el vicepresidente Nicolás Maduro, el mandatario aterrizó a las 2h30 de la madrugada (7H00 GMT).   El presidente, de 58 años y desde 1999 en el poder, había partido el 10 de diciembre a Cuba para operarse por cuarta vez de un cáncer.

/ 18 de febrero de 2013 / 11:43

El presidente venezolano Hugo Chávez llegó este lunes de forma sopresiva a Caracas más de dos meses después de ser operado de un cáncer en La Habana, acompañado de todo su equipo médico, y fue ingresado en el hospital militar, donde seguirá su tratamiento.

«Hemos llegado de nuevo a la Patria venezolana. Gracias Dios mío!! Gracias Pueblo amado!! Aquí continuaremos el tratamiento», anunció Chávez en su cuenta Twitter en la madrugada del lunes.   «Gracias a Fidel, a Raúl y a toda Cuba!! Gracias a Venezuela por tanto amor!!», escribió Chávez en un segundo tuit antes de añadir: «Sigo aferrado a Cristo y confiado a mis médicos y enfermeras. Hasta la victoria siempre!! Viviremos y venceremos!!».

El mandatario fue ingresado en el hospital militar de Caracas, indicó Jorge Arreaza, yerno del jefe de Estado y ministro de Ciencia y Tecnología, en esta misma red social.

«Ya el presidente se encuentra en su habitación en el Hosp. Militar Dr. Carlos Arvelo en Caracas, dispuesto a seguir con sus tratamientos», escribió Arreaza.

Según el vicepresidente Nicolás Maduro, el mandatario aterrizó a las 2h30 de la madrugada (7H00 GMT).   El presidente, de 58 años y desde 1999 en el poder, había partido el 10 de diciembre a Cuba para operarse por cuarta vez de un cáncer.

A diferencia de ocasiones anteriores, las imágenes de su llegada al aeropuerto de Maiquetía procedente de Cuba no fueron transmitidas por el canal oficial VTV.

Chávez, reelecto el pasado 7 de octubre para un tercer mandato de seis años, no pudo tomar posesión el 10 de enero como dice la Constitución. El Tribunal Supremo de Justicia avaló que lo hiciera en una fecha ulterior, cuando estuviera en condiciones.

Hasta ahora, ningún funcionario se ha manifestado públicamente sobre la esperada juramentación de Chávez.

Maduro, Arreaza, así como Adán Chávez – hermano del presidente y gobernador del estado Barinas (oeste) -, su hija Rosa Virginia y el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, viajaron con Chávez desde Cuba.

También lo hizo todo el equipo médico que ha «acompañado y atendido al comandante presidente durante toda esta batalla», dijo Maduro en declaraciones a VTV.

«El mismo quiso dar la noticia a través de Twitter», explicó Maduro. Chávez, que cuenta con casi cuatro millones de seguidores en su cuenta @chavezcandanga, había escrito su último tuit el 1 de noviembre.

Maduro no dio detalles sobre cómo se encuentra el mandatario pero dijo que el gobierno informará.

«Iremos informando en el transcurso del día, de estos días que están por venir», indicó Maduro.

«Vamos a organizarnos para que las acciones de solidaridad puedan darse con tranquilidad, sin perturbar la vida, la tranquilidad del hospital», dijo.

«Volvió, volvió, volvió!»

En Twitter, la noticia del regreso de Chávez empezó a propagarse rápidamente y muchos chavistas escribían con júbilo «Volvió, volvió, volvió!».

El gobierno había publicado el viernes las primeras imágenes del mandatario tras 69 días de convalecencia, en las que aparecía sonriente en el hospital junto a sus dos hijas mayores, leyendo el diario oficial cubano Granma del jueves.

Durante más de dos meses, al mandatario ni se le ha visto en vídeo ni escuchado, mientras el gobierno venezolano ha ido publicando partes sobre su estado de salud, sin aventurar nunca una fecha para su retorno.

En el último parte difundido el viernes, el ejecutivo informó que Chávez respiraba por una cánula traqueal que le dificultaba temporalmente el habla debido a que todavía presentaba un «cierto grado» de insuficiencia respiratoria.

«Esta es una recuperación lenta, un proceso que implica tratamiento muy duro que puede tener reacciones adversas», dijo el viernes su yerno, asegurando que a Chávez todavía le queda un «buen trecho» para recuperarse.

El mandatario anunció el 8 de diciembre una recurrencia del cáncer detectado a mediados de 2011 y designó por primera vez a un sucesor, su vicepresidente.

Maduro sería el candidato oficialista en las elecciones que deberían celebrarse si Chávez quedara «inhabilitado» para gobernar.

La encuestadora Hinterlaces difundió el domingo una de las primeras encuestas sobre unas eventuales presidenciales entre Maduro y el líder opositor, Henrique Capriles, en las que daba 14 puntos de ventaja al vicepresidente.

Chávez contaba con un permiso indefinido de la Asamblea Nacional, de mayoría oficialista, para permanecer en Cuba el tiempo necesario.

Se desconoce la naturaleza y gravedad de su cáncer, por el que se ha sometido a cuatro operaciones, quimioterapia y radioterapia, en tratamientos realizados casi exclusivamente en Cuba, donde goza de una privacidad absoluta, acompañado de su aliado y amigo, el líder cubano Fidel Castro.


Comparte y opina:

Bolsonaro y Lula se enfrentan en una primera vuelta de alta tensión en Brasil

La última encuesta del sábado del Instituto Datafolha atribuye 36% de las intenciones de votos válidos a Bolsonaro frente a 50% para el expresidente Lula

/ 2 de octubre de 2022 / 08:18

Los brasileños empezaron a votar este domingo para decidir si mantienen al ultraderechista Jair Bolsonaro en el poder o devuelven la presidencia al gran favorito en las encuestas, el izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva, dos archirrivales que encarnan visiones de Brasil completamente opuestas.

Lula parte con el viento a favor incluso para imponerse en esta primera vuelta, mientras que Bolsonaro insiste en que los sondeos mienten y ha asegurado que solo reconocerá los resultados si las elecciones son «limpias».

La última encuesta del sábado del Instituto Datafolha atribuye 36% de las intenciones de votos válidos a Bolsonaro frente a 50% para el expresidente Lula (2003-2010), porcentaje mínimo para evitar un segundo turno el 30 de octubre.

Los brasileños han vivido una creciente polarización y aunque casi nueve de cada diez eligió a su candidato hace meses, según los sondeos, a menudo la elección se basa en el rechazo del adversario.

«Detesto a Bolsonaro, acabó con el país», dijo la psicóloga jubilada Katia Ferrari, de 67 años, una de las primeras en votar en un centro frente a la playa de Copacabana, en Rio de Janeiro.

«En la época de Lula, todo era mucho mejor, no importa si robó… todos roban», agregó.

El de Bolsonaro «fue un gobierno excelente», aseguró en cambio Edmilson Dias da Silva, de 72 años, vestido con una camiseta amarilla sin mangas de la selección brasileña.

Receloso de las encuestas, afirmó: «Vamos a esperar a que el árbitro pite el final del partido para llegar a una conclusión».

Los colegios electorales cerrarán a las 17.00 horas locales (20.00 GMT). Los resultados se esperan pocas horas después.

Polos opuestos

Bolsonaro, un excapitán del ejército de 67 años, ha gobernado durante cuatro años el mayor país de América Latina a golpe de crisis, especialmente con una fustigada gestión de la pandemia que dejó 686.000 muertos y un desafío constante a las instituciones democráticas.

Mantiene un sólido apoyo entre el electorado evangélico, el agronegocio y los sectores más conservadores que defienden una sociedad basada en Dios y la familia o el no al aborto.

Lula vuelve al ruedo político tras haber dejado el poder con un envidiable índice de popularidad, pero sin haberse podido sacudir a ojos de parte de la sociedad la mancha de la corrupción. Fue condenado y luego absuelto por motivos procesales por el escándalo «Lava Jato» sobre una red de sobornos en la petrolera estatal Petrobras.

Este autodenominado «joven de 76 años», excarcelado en noviembre de 2019 tras pasar 19 meses en prisión, cuenta con el apoyo de las clases populares, las mujeres y jóvenes, pero también ha tratado de seducir al mercado y sectores moderados, fichando como vice al tecnócrata Geraldo Alckmin.

De ganar, promete combatir el hambre en Brasil, sacar al país de su aislamiento diplomático y poner fin a su imagen de «paria» medioambiental, debido a la deforestación masiva de la Amazonía registrada bajo Bolsonaro.

Reconocer el resultado

Si el exsindicalista gana en primera vuelta, «Bolsonaro cuestionará» los resultados, prevé el analista Adriano Laureno, de la consultora Prospectiva.

Desde hace meses, el ultraderechista arremete sin ninguna prueba contra la fiabilidad del voto electrónico vigente en Brasil desde 1996, sistema con el que no obstante fue elegido siete veces diputado y una como presidente.

Su actitud ha llevado a muchos observadores a no descartar algún conato de violencia por parte de sus seguidores, como ocurrió con la toma del Capitolio estadounidense en enero de 2021, dos meses tras la derrota de Donald Trump.

Pero según Laureno, el ultraderechista no cuenta con los apoyos internos necesarios para tener éxito en un desafío a la justicia electoral.
«Ni la prensa, ni la élite económica en Brasil son favorables a un quiebre institucional», afirma.

Además, se espera un reconocimiento «rápido» y «generalizado» de los resultados por parte de la comunidad internacional, que aislaría a Bolsonaro todavía más, agrega.

Bolsonaro ha recibido por su parte el apoyo del republicano Trump, que llamó a votar el sábado en un video por «uno de los mejores presidentes del mundo».

Unos 500.000 agentes velarán por la seguridad de la jornada electoral, mientras que el porte de armas por parte de ciudadanos, que Bolsonaro promovió activamente durante su mandato, fue suspendido durante tres días hasta el lunes.

Unos 156 millones de electores también están llamados a votar el domingo la Cámara Baja del Congreso, un tercio del Senado y los gobernadores y asambleas legislativas de los 27 estados.

Comparte y opina:

Venezuela abre nueva era con la elección del sucesor de Chávez

Los venezolanos, que suelen acudir masivamente a las urnas, empezaron a votar a las seis de la mañana en los más de 13.000 centros de votación desplegados en el país, en estas elecciones convocadas 40 días después de la muerte por cáncer de Chávez.

/ 14 de abril de 2013 / 14:02

Venezuela elige este domingo presidente entre el chavista Nicolás Maduro y el opositor Henrique Capriles, abriendo una nueva era después de 14 años de liderazgo hiperpersonalizado del fallecido Hugo Chávez, cuya revolución dividió profundamente al país.

Los venezolanos, que suelen acudir masivamente a las urnas, empezaron a votar a las seis de la mañana (10H30 GMT) en los más de 13.000 centros de votación desplegados en el país, en estas elecciones convocadas 40 días después de la muerte por cáncer de Chávez.

«Vamos Comanditos a romper récords de Participación de nuestra Democracia Movilizada. El Soberano Decidirá el Rumbo de la Patria de Bolívar», escribió Maduro, favorito en las encuestas, en su cuenta de Twitter.

«Está aclarando la mañana en Venezuela…Vamos a votar!Esperanza,Fe y Valentía!», conminó también Capriles.

Ambos candidatos votarán en sendos centros de la capital, Maduro cerca del mediodía (16H30 GMT) y Capriles previsiblemente después.   En el centro de votación donde sufragaba Chávez, una escuela en el barrio caraqueño 23 de enero, Alexander Contreras, un técnico informático de 21 años, dijo sentir «tristeza».

«Yo estudié aquí y cuando él votaba todo esto estaba lleno, pero hay que seguir adelante para una victoria contundente», dijo a la AFP en el patio interior de la escuela, donde los electores se dividen en cuatro aulas de votación en un ambiente «más tranquilo» que cuando votaba Chávez.   «Queremos un cambio. Venezuela está por el piso, no se puede más, en todo, económicamente, salud, educación», lamentó Mayra Pérez, de 33 años, mientras hacía cola para votar en el bastión opositor de Chacao.

Las elecciones enfrentan al delfín de Chávez, actual presidente interino de 50 años, con el joven gobernador Capriles, al término de una atípica campaña marcada por el luto de los chavistas y el culto al mandatario, convertido en una figura casi religiosa.

Maduro busca el voto respaldado en dos poderosas armas: el hecho de que Chávez pidió antes de morir el voto para su heredero político y disponer de la maquinaria chavista, con una fuerte capacidad de movilización electoral.

«Su campaña ha estado centrada en el mensaje de que él es ‘hijo’ del comandante, eso simbólicamente es muy importante, pero también está la movilización de todos los recursos para garantizar el voto», como el uso de autobuses del Estado, dice a la AFP el sociólogo Ignacio Avalos.

Maduro, un exconductor de bus y colaborador fiel de Chávez desde los inicios de la revolución bolivariana, promete continuar el legado de su mentor en pro de los más desfavorecidos y mantener sus populares programas sociales costeados con la renta petrolera, pese a los síntomas de agotamiento de ese sistema, que han hecho sonar las alarmas a muchos analistas.

 

Segunda oportunidad para Capriles  

 

Frente al delfín del hombre fuerte que gobernó Venezuela desde 1999, todavía omnipresente en afiches, canciones improvisadas y en las conversaciones diarias de los venezolanos, Capriles hace su segunda apuesta presidencial en seis meses.

El gobernador de Miranda (norte), de 40 años, que perdió en octubre contra Chávez por 11 puntos aunque obtuvo el mejor resultado de la oposición contra el mandatario, ha sorprendido a los observadores, logrando movilizar en masa a sus seguidores, en esta breve campaña de diez días.

Capriles aceptó lanzarse a la carrera pese a que sus colaboradores le advirtieron que «iba al matadero» -como dijo el propio candidato- y ese gesto de «valentía política», además de un discurso más duro y directo buscando desligar a Maduro de Chávez, «le ha funcionado bien», añadió Avalos.

La publicación de encuestas está prohibida esta semana en Venezuela, pero las últimas conocidas constataron una reducción considerable de la brecha entre Capriles y Maduro, quien llegó a tener 20 puntos de ventaja en el momento de mayor conmoción por el fallecimiento de Chávez.  

Ambos candidatos mantuvieron un tono agresivo durante la campaña: Maduro acusó a la «burguesía», como denomina a la oposición, de preparar todo tipo de planes de sabotaje, atentados y de desconocimiento de los resultados, y Capriles tildó a su rival de mentiroso y «enchufado» con el poder.

 

Un país partido en dos

 

El tono agrio evidenció la fractura social que reina en el país, alimentada durante los últimos años por el discurso polarizador de Chávez, quien trazó una línea divisoria entre ricos y pobres y decidió que quien no estaba con él, estaba contra él.

Además de la reconciliación nacional, el próximo presidente, que gobernará hasta 2019, afrontará el reto de enderezar una economía totalmente dependiente de la renta petrolera y golpeada por el déficit público, la inflación, la caída en picada de la producción, la escasez y la sequía de divisas.

Atacar la inseguridad, con 16.000 homicidios en 2012, la mayor tasa de Suramérica, también será una de las prioridades.   Los resultados electorales serán anunciados por el Consejo Nacional Electoral (CNE) en la noche cuando su tendencia sea irreversible, previsiblemente unas tres horas después del cierre a las 22H30 GMT o cuando no queden electores en la cola.

Ambos candidatos se comprometieron a respetar la «voluntad del pueblo», aunque Capriles se ha mostrado receloso de la imparcialidad del CNE.

«Tenemos que estar alertas, porque nosotros no estamos dispuestos a aceptar que se tuerza la voluntad de nuestro pueblo», afirmó el sábado.

Más de 140.000 militares velan por la seguridad en el país -que cerró sus fronteras terrestres- además de custodiar las máquinas de votación.

En Venezuela, con casi 19 millones de electores de una población de 28,9 millones, el voto es electrónico y el proceso está completamente automatizado. Unas 100.000 personas están habilitadas para votar en el exterior.

Unos 170 acompañantes internacionales se encuentran en el país, entre éstos un equipo de la Unasur y del estadounidense Centro Carter.


Comparte y opina:

Funerales de Estado de Chávez con delegaciones de 54 países

Con el féretro cerrado y cubierto por la bandera venezolana, se dio inicio a los funerales con la lectura de los nombres de todos los mandatarios presentes, cuya lista fue iniciada con el cubano Raúl Castro, quien, junto a su hermano Fidel, fueron grandes aliados del fallecido mandatario.

/ 8 de marzo de 2013 / 17:40

Los funerales de Estado de Hugo Chávez se desarrollan este viernes en la Academia Militar de Caracas en presencia de delegaciones de 54 países, incluidos la mayoría de líderes de América Latina y del Caribe, en un solemne homenaje al presidente que gobernó Venezuela durante 14 años.

Tras la ceremonia, Nicolás Maduro jurará como presidente encargado, con el reto de hacer perdurar al chavismo más allá de las elecciones que debe convocar antes de 30 días, una toma de posesión a la que la oposición anunció que no asistirá por considerarla un acto electoral.

Con el féretro cerrado y cubierto por la bandera venezolana, se dio inicio a los funerales con la lectura de los nombres de todos los mandatarios presentes, cuya lista fue iniciada con el cubano Raúl Castro, quien, junto a su hermano Fidel, fueron grandes aliados del fallecido mandatario.

Acto seguido, empezó a sonar el himno nacional bajo la batuta del célebre maestro venezolano Gustavo Dudamel, director de la filarmónica de Los Angeles. En primera línea estaba la madre de Chávez, Elena Frías, y el resto de la familia, ataviada de riguroso negro.

Maduro se acercó a los pies del ataúd y asió una réplica dorada de la espada de Simón Bolívar, para desenfundarla y colocarla sobre el féretro de Chávez, quien se consideró protagonista de una segunda independencia de Venezuela.

«Alerta, alerta que camina la espada de Bolívar por América Latina», lanzaron los asistentes, un histórico lema que ya los chavistas cambiaron por «Alerta, alerta, alerta que camina el corazón de Chávez por América Latina».

Los líderes mundiales, empezando por los latinoamericanos, se acercaron por grupos y formaron guardias de honor en silencio, intercaladas por sentidas ovaciones.

Los controvertidos presidentes de Irán Mahmud Ahmadinejad, enemigo jurado de las potencias occidentales y de Bielorrusia Alexander Lukashenko, objeto de sanciones por parte de Estados Unidos y de la Unión Europea, formaron juntos una guardia.

Junto a su hijo menor, Lukashenko posó sus manos sobre el féretro mientras el iraní lo besó. Ambos lloraron.

Durante la ceremonia fue interpretado un repertorio de canciones típicas de los Llanos venezolanos, de donde era oriundo el mandatario, que solía cantarlas en sus intervenciones televisadas.

El cuerpo de Chávez no recibirá sepultura, sino que será exhibido durante al menos seis días más, ante la enorme afluencia de venezolanos a la capilla ardiente y será embalsamado para reposar en un museo caraqueño, instalado en el que fuera su cuartel general en el fallido golpe de Estado en 1992.

Todos los presidentes latinoamericanos, salvo el paraguayo Federico Franco excluido de los organismos regionales, llegaron a Caracas para participar en los homenajes a Chávez.

Sin embargo, la presidenta argentina Cristina Kirchner, que llegó pocas horas después de que su muerte fuera anunciada, y la brasileña Dilma Rousseff, que estuvo anoche en la capilla ardiente, partieron horas antes de los funerales.

«El presidente Chávez ha sido símbolo de todos los que buscan justicia, el amor y paz en el mundo», dijo al llegar a Caracas el presidente iraní, que compartió con Chávez su enemistad con Washington y recibió el apoyo del venezolano para su programa nuclear.

Estados Unidos, considerado un adversario por Caracas, participa con una delegación de bajo rango. Ambos países retiraron a sus embajadores en una de las muchas controversias que marcaron los catorce años (1999-2013) del gobierno de Chávez.

España está representada por el heredero de la Corona, Felipe de Borbón, quien fue objeto de una silbatina cuando a su llegada su nombre fue anunciado a los miles de venezolanos que se apiñan en los alrededores de la Academia militar; también está presente el actor estadounidense Sean Penn, gran admirador de Chávez.

Después de los funerales, a las 19H00 (23H30 GMT), Maduro prestará juramento como presidente interino y hará «el llamado a elecciones cuando corresponda, de acuerdo con la Constitución en los siguientes 30 días», explicó el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello.

Los diputados de la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) decidieron no asistir.

«Al mundo y a Venezuela queremos decirles firmemente que hoy no asistimos a la sesión de la Asamblea Nacional porque consideramos que es un acto electoral más, porque consideramos que es una violación al hilo constitucional venezolano», dijo el parlamentario Ángel Medina.

Entretanto, la solemnidad de la ceremonia en el salón de honor de la Academia contrastaba con el bullicio al exterior: la gente lanzaba consignas, canciones revolucionarias sonaban por altoparlantes y los vendedores ambulantes ofrecían refrescos y comida.

«íChávez vive, la lucha sigue!», «íQueremos ver a Chávez!», coreaba la multitud, que se aglomeraba a pocos metros de la entrada y se distribuía luego, a lo largo de varios kilómetros, en un inmenso río teñido de rojo, un simbólico efecto que daban las camisetas, gorras y boinas del emblemático color del chavismo.

Una mujer en silla de ruedas llora desconsolada frente a las cámaras de televisión: «Ha muerto mi presidente, ya no tengo a nadie. Tengo tres días de estar aquí y vean lo enferma que estoy», grita mientras muestra las úlceras en sus piernas y se enjuaga las lágrimas.

Más de dos millones de personas, según el ejecutivo, se desplazaron desde todo el país para despedirse del líder.

No se han difundido imágenes del rostro de Chávez, pero una periodista de la AFP que pudo acercarse al féretro lo describió así: «Vestido impecablemente de traje verde olivo y corbata negra, coronado con su emblemática boina roja, el presidente luce un rostro sereno a pesar del rigor de la muerte».

«No importa las horas que esperemos, pero aquí vamos a estar hasta que lo veamos», dijo Luis Herrera, tocado con la boina roja que popularizó el exmandatario, fallecido el martes a los 58 años, tras batallar casi dos años contra un cáncer.

Los opositores al mandatario lamentan la división de la sociedad venezolana que Chávez alimentó con su discurso agresivo y polarizador.

«Aquí se aprendió a odiar, insultar y vejar entre nosotros mismos, incluso llegó a separar familias, a ocasionar disputas entre familiares por no compartir sus ideales», dijo a la AFP Rafael, que quiso mantener su apellido en reserva.

Comparte y opina:

Con un gran mitín, el gobierno venezolano lanza el nuevo mandato de Chávez

/ 10 de enero de 2013 / 13:42

Con Hugo Chávez enfermo en Cuba desde hace un mes este jueves, el gobierno venezolano inaugura su tercer mandato presidencial con una gran concentración popular en presencia de mandatarios latinoamericanos, en el día en que debía tomar posesión ante la Asamblea Nacional.

La ceremonia transcurrirá en un ambiente distendido después de que fuese resuelta una agria controversia constitucional, al fallar el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) que Chávez no debe ser sustituido y que su gobierno continúa en funciones, lo que fue aceptado por el líder de la oposición, Henrique Capriles.

«Es un día histórico, porque se inicia el mandato del presidente Chávez 2013-2019», afirmó el vicepresidente Nicolás Maduro al convocar al pueblo venezolano a concentrarse este jueves ante el palacio de Miraflores, sede del gobierno, en presencia de los presidentes de Bolivia Evo Morales, Uruguay José Mujica y Nicaragua Daniel Ortega.

Tras la decisión del TSJ, Maduro seguirá ejerciendo la presidencia con los poderes limitados que le transfirió hace un mes Chávez, quien lo designó entonces como su heredero político.

Por televisión, prensa escrita o Twitter, el oficialismo llamó a sus seguidores a concentrarse en masa frente al palacio de Miraflores, sede del ejecutivo, donde según el presidente de la Asamblea Nacional y número dos del gobernante PSUV, Diosdado Cabello, «el pueblo será investido como Presidente».

«#Yoestoyconchavez por eso arreglandome para irme #pamiraflores … Viiiiivaaaaa @chavezcandanga», escribió @nesti23 en Twitter.

Chávez cuenta con un permiso ilimitado de la Asamblea Nacional, de mayoría oficialista, para ausentarse del país «todo el tiempo que necesite para atender su enfermedad». Y el TSJ rechazó que hubiese que declarar la «falta temporal» del presidente -como reclamaba la oposición-, que puede extenderse hasta seis meses y conducir a nuevas elecciones.

Capriles aceptó el fallo «vinculante» del TSJ, pese a tacharlo de una «respuesta a un interés político», y emplazó a Maduro «a asumir la responsabilidad del cargo que ocupa y gobernar», tras indicar que el ejecutivo está «paralizado».

Gobernador reelecto en diciembre del populoso estado Miranda (norte) y que el 7 de octubre perdió las elecciones frente al presidente por 11 puntos de porcentaje, descartó convocar este jueves a la oposición a una manifestación paralela.

«No estamos aquí buscando ninguna confrontación ni poniendo a venezolanos a pelear unos con otros», dijo Capriles, y agregó que su «objetivo superior es tener un mejor país».

Con un «íHasta la vida siempre!», Chávez se despidió hace un mes de los venezolanos al partir a Cuba para operarse por cuarta vez contra un cáncer. Desde entonces, el mandatario, que durante 14 años de gobierno tuvo una presencia casi diaria en las pantallas de televisión, no ha sido visto ni escuchado por sus compatriotas.

Su estado es «estacionario», luego de sufrir una insuficiencia respiratoria provocada por una «severa infección pulmonar», según el último parte divulgado el lunes por el gobierno.

Maduro, que calificó el fallo del TSJ de «veraz, apegado a las leyes de la República», indicó que conversó telefónicamente con la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, que no participará en el acto ante Miraflores.

Según Maduro, Rousseff ratificó «toda su confianza en el desarrollo de la democracia venezolana», tras conocer la sentencia del STJ.

«Estamos muy contentos» por la decisión del Tribunal «que le lleva paz, tranquilidad y sosiego a todo el pueblo de Venezuela», se felicitó por su parte el jefe del Comando Estratégico Operacional de las Fuerzas Armadas, Wilmer Barrientos.

Barrientos informó el miércoles que el ejército reforzó los puestos fronterizos para llevar «esa sensación de paz que requiere el pueblo venezolano».

Comparte y opina:

Diosdado Cabello reelecto a la presidencia del Parlamento venezolano

"El presidente seguirá siendo el presidente mas allá del 10 de enero, a nadie le quede duda", declaró Cabello tras su nombramiento, acusando a la oposición de buscar un "golpe de Estado".

/ 5 de enero de 2013 / 19:40

El presidente de la Asamblea Nacional venezolana y una de las principales figuras del chavismo, Diosdado Cabello, fue reelegido este sábado en el cargo, y reafirmó que el presidente Hugo Chávez seguirá en funciones aunque no pueda jurar el 10 de enero.

«El presidente seguirá siendo el presidente mas allá del 10 de enero, a nadie le quede duda», declaró Cabello tras su nombramiento, acusando a la oposición de buscar un «golpe de Estado».

La coalición opositora, Mesa de Unidad Democrática, sostiene que el 10 de enero termina el mandato de Chávez, y por ende cesa todo su gabinete, y si no asume la presidencia para su tercer mandato en esa fecha, deberá declararse la «falta temporaria» del jefe de Estado.

Sin embargo, esa posición no es unánime, y el diputado opositor Ismael García, que había militado en el oficialismo, declaró en el hemiciclo es «de la opinión» de que el «presidente sigue siendo presidente» del país aunque no pueda asumir el día 10.

«Jamás defraudaremos al pueblo y estaremos rodilla en tierra a defender la propuesta hecha por el comandante Chávez, lo juro», dijo Cabello tras ser reelegido en la Asamblea Nacional (unicameral) con los votos del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV-oficialista), que ostenta la mayoría.

Cabello, de 49 años, es un exteniente que participó en la intentona golpista fallida de Chávez en 1992 y es la figura más influyente del chavismo después del propio mandatario y del vicepresidente, Nicolás Maduro.
Maduro asistió a la votación junto al ministro de Energía y Petróleo, Rafael Ramírez, y de Economía, Jorge Giordani, entre otros miembros del gobierno.

Además de Cabello, fue elegido el conjunto de la junta directiva de la Asamblea Nacional, integrada por dos vicepresidentes y otros dos secretarios, todos ellos miembros del PSUV.

La oposición, que reivindicó representar a la mitad del país tras perder las presidenciales en octubre con 44% de los votos contra 55% para Chávez, criticó la falta de «pluralidad» de esa directiva, nombrada por un año.

El gobierno convocó a sus partidarios a manifestarse frente a la sede del parlamento para evitar, según Cabello, que la oposición utilizara la sesión para «conspirar contra el pueblo».

Cientos de personas vestidas con las tradicionales camisetas rojas del chavismo se concentraron en la mañana del sábado frente a la Asamblea, en el centro histórico de Caracas, para apoyar al presidente.

«íY volverá, y volverá el comandante volverá!». «íChávez te amamos, y aquí te esperamos!», gritaban los simpatizantes del mandatario.
«Que la oposición sepa que no estamos dormidos y que aquí no va a haber transición porque nuestro comandante se está recuperando», aseguró a la AFP Santiaga Aponte, de 51 años, empleada en varios programas sociales del gobierno.

El analista Luis Vicente León estimó que nada puede impedir que Chávez se mantenga en la presidencia después del 10 de enero aunque no jure.

«No hay instituciones independientes ni organizaciones políticas sólidas que puedan evitar una juramentación suspendida», indicó, y estimó que el gobierno «basará su estrategia en la idea de que Chávez) es un presidente en ejercicio y no electo», en tuits publicados este sábado en su cuenta @luisvicenteleon.

Chávez, hospitalizado desde el 11 de diciembre en Cuba con insuficiencia respiratoria debido a una infección pulmonar severa después de una cuarta cirugía contra un cáncer, estableció que en caso de que quede inhabilitado para ejercer la presidencia, quien debe asumir interinamente es Maduro.

También lo consagró como el candidato del PSUV a la presidencia en caso de que haya que convocar a elecciones.

El delfín de Chávez, de 50 años y también canciller, es un ex sindicalista del Metro de Caracas considerado como un hombre de diálogo y pragmático.

En la noche del viernes, el líder opositor, Henrique Capriles, derrotado por Chávez en las elecciones de octubre lanzó una crítica en su contra.

«Creo que Maduro no aguantaría muchos rounds en una contienda presidencial. No calza la responsabilidad que le dieron», escribió en un tuit Capriles.

Comparte y opina:

Últimas Noticias