El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, llegó ayer de madrugada a su país, procedente de La Habana, en medio de una discreción muy poco característica. Faltaron actos públicos; apenas unos breves comentarios transmitidos en diferido por la Tv estatal.

Pasó 11 días en La Habana para recibir la radioterapia que le fue prescrita tras ser operado en febrero para extraerle un nuevo tumor. No hubo cadena de televisión que transmitiera su llegada, ni se dieron detalles sobre el estado de su salud. 

Chávez saludó telefónicamente a un grupo de seguidores durante un acto de su partido con vistas a las elecciones presidenciales del 7 de octubre y los llamó a la unidad frente a la “guerra psicológica” del enemigo opositor.