Chile ha presentado una solicitud para extender ocho años el plazo para terminar el desminado en su territorio, según anunció la delegación de este país en la reunión de comités de la Convención de Ottawa contra las minas antipersonales, que se celebra en Ginebra.

Según una presentación realizada ayer en ese foro, Chile completó tres años antes de lo estipulado en la destrucción de las reservas de minas, con excepción de un pequeño número autorizado por el convenio internacional.

Al mismo tiempo, la delegación chilena aseguró que la retirada de esos artefactos explosivos en zonas cercanas a centros poblados, parques nacionales y, en general, en todos los lugares donde representaban un peligro inminente para la población finalizó de acuerdo con lo estipulado.

Finalmente, los miembros de la representación del vecino país explicaron que la última fase corresponde al desminado en áreas lejanas de poblaciones y que justamente por su localización —en términos de altura, características geográficas, condiciones climáticas o acceso limitado— implica dificultades adicionales.

Por esa razón, Chile pidió la prórroga del plazo para esta última etapa, aunque recalcaron que esto no afecta a su firme compromiso con los objetivos de la convención. Agregaron que los ocho años adicionales que se pide suponen un «plazo realista» en la medida en que toma en cuenta «distintos niveles de dificultad», como consideraciones de seguridad del desminado y su alto coste financiero.