Cientos de miles vuelven a salir a las calles, pero Mubarak sigue
Crisis. Musulmanes y cristianos dejan las diferencias y protestan contra el régimen
Cientos de miles se concentraron ayer en Egipto en una nueva jornada de protestas bautizada como «Día de la Partida», convocada para forzar la renuncia del presidente Hosni Mubarak, quien volvió a hacer oídos sordos a los reclamos internos y externos.
En El Cairo, una multitud se reunió en la céntrica plaza Tahrir, donde los opositores, atrincherados desde el 25 de enero, resistieron el miércoles a una violenta tentativa de desalojo llevada a cabo por los partidarios de Mubarak, en una batalla campal que dejó ocho muertos.
En un momento sin precedentes en este país, donde hace apenas un mes la minoría copta sufría brutales ataques, la oposición al régimen de Mubarak ha traído la concordia entre cristianos y musulmanes, informó El Mundo.
El Gobierno egipcio reiteró ayer su compromiso de no usar la fuerza para expulsar a los manifestantes de la oposición que desde la semana pasada hacen guardia en la plaza Tahrir pidiendo la renuncia del presidente Hosni Mubarak, señaló EFE. Hubo protestas en otras ciudades y países, como Jordania y Estados Unidos.
Unidos. En la oración del mediodía un imán lideró la masa, pidiendo orar por los muertos y declarando que la revolución no pertenece a una fe, sino a todas.
Aunque los jefes de la minoría copta —que representa un 10% de la población del país— originalmente dijeron que no se pronunciarían, parece ser que sus propios feligreses han tomado la iniciativa; a última hora de la tarde se repitió el fenómeno que se vivió al mediodía, y durante el rezo del Magreb cristianos y musulmanes volvieron a unirse.
Entre ambas oraciones, se ha mantenido un ambiente festivo y pacífico en la céntrica plaza de El Cairo. Los disturbios que se vivieron a primera hora de la tarde disminuyeron, y se logró asentar un estado de paz al posicionarse el Ejército entre los manifestantes en la plaza y los ‘pro Mubarak’ que empezaron a llegar de la periferia, según reportes de El Mundo.
«No me asusta estar aquí con mi hijo. Nunca lo expondría a un verdadero peligro», dijo a AFP Inji, de 34, mientras esperaba con su hijo Abdalá, de 11, entrar en la plaza. «Quiero enseñarle la democracia. Es hoy o nunca», afirmó.
«Vamos a cambiar el sistema, queremos libertad», aseguró a EFE en la plaza la egipcia Amel Said, quien no puede reprimir su euforia en esta jornada bautizada «Día de la partida». Los militares establecieron controles alrededor de la plaza y dejaban pasar a la gente con cuentagotas.
La ONU evalúa que desde el inicio de las protestas hubo unos 300 muertos y miles de heridos. Según un balance oficial del Ministerio de Salud, 5.000 personas resultaron heridas desde el pasado viernes. Ayer se informó de la muerte de un periodista egipcio a consecuencia de heridas de bala.
En Bruselas, los líderes de los 27 países de la Unión Europea pidieron que la transición democrática en Egipto se inicie «ahora».
Obama pide transición
El presidente de EEUU, Barack Obama, afirmó que «el futuro de Egipto debe ser decidido por el pueblo egipcio» en un proceso de transición que debe comenzar «ya» y dar como resultado elecciones limpias.