El presidente colombiano, Juan Mnuel Santos, anunció ayer que su país se retira del Pacto de Bogotá —que reconoce la jurisdicción de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya— en rechazo del fallo que definió nuevos límites marítimos entre Colombia y Nicaragua. El lunes “Colombia denunció el Pacto de Bogotá. El aviso correspondiente fue entregado al Secretario General de la Organización de Estados Americanos (OEA)”, José Miguel Insulza, explicó Santos durante un foro cafetero.

Esta decisión, detalló, obedece al “más alto interés nacional” de que “las delimitaciones territoriales y marítimas sean fijadas por medio de tratados (bilaterales), como ha sido la tradición jurídica en Colombia, y no por sentencias proferidas” por la CIJ.

El fallo, hecho público el 19 de noviembre en La Haya, dejó en manos de Colombia 7 cayos del archipiélago de San Andrés, cuyas islas mayores ya había concedido a este país en 2007 y a Nicaragua le concedió más de 70 mil kilómetros cuadrados de mar, ricos en pesca y otros recursos naturales, que convierten en enclaves 2 de los cayos otorgados a Colombia, con lo que este país pierde además frontera marítima con otras naciones, como Costa Rica.

“Fue un fallo contrario a la equidad y lleva a un detrimento de los colombianos”, sostuvo Santos, que ha defendido el derecho de los habitantes del archipiélago de San Andrés, rodeado por esas aguas, a seguir faenando en tan importante banco de pesca.

La salida del Pacto de Bogotá fue una decisión que ya han tomado países como Noruega, Canadá, Australia y Nueva Zelanda, recordó el Mandatario. La canciller colombiana, María Ángela Holguín, dará hoy una rueda de prensa “para explicar los motivos y el alcance” de esta determinación.

El Pacto de Bogotá, también conocido como Tratado Americano de Soluciones Pacíficas, es un convenio internacional suscrito el 30 de abril de 1948 por los países independientes de América reunidos en la IX Conferencia Panamericana en la ciudad de Bogotá.

Tratado. Dicho mecanismo instaura una obligación general a los firmantes para resolver sus conflictos a través de medios pacíficos, conminándoles a agotar los mecanismos regionales de solución de los asuntos antes de acudir al Consejo de Seguridad de la organización de Naciones Unidas (ONU). Insulza confirmó haber recibido el aviso de Colombia de su retirada del Pacto de Bogotá, pero no dio más detalles sobre este procedimiento. “El trámite está en proceso”, indicó.

La CIJ declinó pronunciarse sobre esta decisión, aunque el representante legal de Nicaragua ante ese tribunal, Carlos Argüello, aseguró que la denuncia de Colombia a ese tratado “es una medida precipitada” que no afecta el fallo. Tanto Santos como Holguín anticiparon la salida del Pacto de Bogotá desde la semana pasada, como una medida en rechazo a un fallo en el que el Mandatario detectó “omisiones, errores, excesos e inconsistencias”.

El Gobierno colombiano conformó el lunes un grupo de expertos en Derecho Internacional para ser asesorado sobre las respuestas al pacto, y que ahora respaldará el trámite de salida, que tomará al menos un año, y que abre la puerta a posibles denuncias.

Perú espera fallo ceñido a derecho

Perú no espera un fallo salomónico, sino ajustado a derecho en el litigio en La Haya por los límites marítimos con Chile, informó el equipo peruano ante ese tribunal. EFE