La exministra ruandesa de Familia y Desarrollo de la Mujer, Pauline Nyiramasuhuko, se convirtió ayer en la primera mujer condenada por el genocidio perpetrado en su país el 1994, según la sentencia que dictó el Tribunal Penal Internacional para Ruanda (TPIR).

Nyiramasuhuko fue condenada a cadena perpetua por genocidio, crímenes contra la humanidad y delitos contra la vida y la dignidad de las personas, informó el TPIR, con sede en Arusha, Tanzania.

Junto a la exministra, fue condenado a cadena perpetua su hijo Arsène Shalom Ntahobali, también por genocidio, crímenes contra la humanidad y violencia contra la vida y la dignidad de las personas. Además de ellos, el entonces alcalde de la localidad de Muganza, Elie Ndayambaje, recibió la misma condena.