El papa Benedicto XVI dijo ayer que el mensaje cristiano cada vez incide menos en la vida de las personas y que por ello la unidad de los cristianos es más necesaria que nunca para anunciar “de manera siempre más creíble el Evangelio a los que no lo conocen o los que se han olvidado de él”.

El pontífice volvió a calificar la división de los cristianos como un “escándalo” y dijo que los temas doctrinales que aún les separan “no deben ser pasados por alto o minimizados”.

El Papa se refirió a la situación del cristianismo en el mundo y afirmó que en la sociedad actual “el mensaje cristiano cada vez incide menos en la vida personal y comunitaria, y ello supone un desafío para todas las iglesias y comunidades eclesiales”.