Así lo informó ayer el exvicepresidente colombiano y actual periodista, Francisco Santos, con base en el texto del supuesto acuerdo entre las partes que fue leído en su programa de la cadena radial RCN. Según el documento, las conversaciones tendrán el apoyo de los gobiernos de Cuba y de Noruega, en ambos casos como “garantes”, y de Venezuela y Chile, como “acompañantes”.

Debido a las necesidades del proceso, se podrá de común acuerdo invitar a otros gobiernos, detalla el convenio, que según el mismo texto fue resultado de un “encuentro preparatorio” realizado en La Habana desde el 23 de febrero. Sin embargo, la fecha en que finalizó esta reunión no figura en el documento.

Este último acercamiento también “contó con la participación del Gobierno de la República de Cuba y del Gobierno de Noruega como garantes”, y del “apoyo del Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela como facilitador de logística y acompañante”, según el mismo documento.

Tratamiento. El acuerdo, de cuatro folios y seis puntos generales, establece que los delegados del Gobierno del presidente Juan Manuel Santos y las FARC formalizarán la mesa de conversaciones en la capital de Noruega (Oslo)   —un mes después de que se haga el “anuncio público” del acuerdo alcanzado en Cuba— y luego la trasladarán a La Habana, que será la sede permanente del diálogo.

Los detalles aparecen en el llamado “Acuerdo general para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera”, que habría sido alcanzado el lunes en la capital cubana. Las partes firmantes asumen el compromiso de “poner fin al conflicto como condición esencial para la construcción de la paz estable y duradera” e “iniciar conversaciones directas e ininterrumpidas”.

De acuerdo con la información transmitida por RCN, la agenda del diálogo girará sobre seis ejes: “política de desarrollo agrario integral; participación política; fin del conflicto; solución al problema de las drogas ilícitas; víctimas; e implementación, verificación y refrendación” del proceso de paz.

Santos confirmó el lunes el acercamiento a las FARC, después de que el canal de televisión internacional Telesur y la propia emisora RCN informaran que ambas partes habían llegado ese mismo día en La Habana a un acuerdo para iniciar un diálogo de paz.  En una alocución pública al país, el Mandatario dijo que “se han desarrollado conversaciones exploratorias con las FARC para buscar el fin del conflicto”.

Santos prefiere la paz a ‘estimular’ la guerra

El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, indicó ayer que prefiere buscar la paz a estimular la guerra en su país para que su Gobierno sea reconocido a nivel nacional e internacional por su “respeto a las diferencias” y su apertura al diálogo. “Así sea más difícil, (este Gobierno) quiere buscar la paz por encima de estimular la guerra”, dijo Santos, quien anunció el lunes que el Ejecutivo ha avanzado en “conversaciones exploratorias” con las FARC.

El Mandatario confirmó entonces, sin ofrecer detalles, versiones periodísticas que indicaban que el Gobierno colombiano y la guerrilla habían llegado a un acuerdo para formalizar la apertura de un proceso de paz.

Santos, quien asumió la presidencia en agosto de 2010, se propuso para la segunda mitad de su mandato avanzar hacia la paz con los grupos rebeldes de su país, que afronta un conflicto armado de casi medio siglo.

Este propósito ha sido cuestionado por su antecesor, Álvaro Uribe (2002-2010), quien hace dos semanas arremetió contra la política de defensa del Gobierno, acusando al actual presidente  de debilidad con la guerrilla. En Colombia, están activas la guerrilla de las FARC y la del Ejército de Liberación Nacional (ELN), que en conjunto cuentan con unos 11 mil combatientes, según autoridades militares.