Cientos de miles de personas se volcaron en Buenos Aires a la celebración del Bicentenario en el  «día grande» de los festejos organizados para conmemorar la Revolución de Mayo, que dio lugar a la independencia argentina. 
Las diferencias políticas no lograron empañar los actos de esta última jornada de festejos, a la que asisten los presidentes de Bolivia, Brasil, Chile, Ecuador, Paraguay, Uruguay y Venezuela.

En el acto central de la conmemoración, la presidenta Cristina Fernández convocó a los argentinos a superar las diferencias y participar en la construcción del país.

«Convoco a todos los argentinos a construir un país en el que todos podamos sentirnos parte de él, no sólo porque se está en el gobierno, sino porque hemos sabido superar diferencias y construir un proyecto estratégico que nos guíe», dijo Fernández, tras inaugurar la «Galería de los patriotas latinoamericanos» en la Casa Rosada.

La Presidenta reveló que desde que asumió el poder en diciembre del 2007, su gobierno estaba «casi obsesionado» con el Bicentenario para lograr una conmemoración «diferente, popular, con el pueblo en las calles», y agradeció a los ciudadanos el «patriotismo», la «alegría» y el sentido cívico con los que han participado en esta celebración histórica.

«Nuestros pueblos están mejor que hace cien años, pese a quien le pese», afirmó Fernández, quien recordó que «hace cien años no existían los derechos sociales, estaba prohibida la actividad sindical» y que en su país no se podía elegir «libre y democráticamente» a sus gobernantes.

«No nos gustan los fastos con brillos pero sin contenidos, creemos en la historia, en la memoria, tenemos identidad, tenemos pasión por la verdad, por la justicia», apuntó la Presidenta, que lució hoy un vestido blanco y un abrigo azul, los colores de la bandera argentina.

Fernández quiso conmemorar el Bicentenario con la inauguración de una «Galería de patriotas latinoamericanos» en la que figuran los próceres de la región, desde Simón Bolívar a José de San Martín, sin olvidar a Ernesto «Che» Guevara, Salvador Allende, Juan Domingo Perón y Eva Duarte.

Horas antes del discurso presidencial, la cúpula de la Iglesia católica había llamado a la unidad en los tedéum oficiado en la catedral de Buenos Aires —con la asistencia de dirigentes de la oposición— y en la basílica de Nuestra Señora de Luján (patrona de Argentina), con la participación de la Presidenta y de su gobierno en pleno.

Los llamamientos de la Iglesia se producen en un momento de enfrentamiento político entre la Presidenta y el alcalde de Buenos Aires, el conservador Mauricio Macri, que se tradujo, anoche, en la ausencia de Fernández en la reapertura del teatro Colón de la ciudad. El «plantón» convirtió al presidente uruguayo, José Mujica, en la máxima autoridad presente.