Un grupo de 46 policías fue detenido en Ecuador por la rebelión del jueves, denunciada como un intento de golpe de Estado por el presidente Rafael Correa, quien advirtió que la conspiración continúa y puede derivar en un atentado.

Entretanto, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, llamó a Correa para reiterarle su respaldo tras la sublevación que dejó 10 muertos y 274 heridos, según un comunicado difundido ayer en Washington.

Mientras los 46 policías asistían a una audiencia de formulación de cargos, el ex mandatario Lucio Gutiérrez anunció que demandará por daño moral a Correa, que le acusa de estar detrás de la intentona golpista.

Correa anunció una depuración en la Policía, indicando que «hay un núcleo duro que hará todo para seguir mandando y hacer lo que se les da la gana».