Al menos 24 personas murieron ayer en un doble atentado suicida reivindicado por talibanes en Quetta, en el sudoeste de Pakistán, contra un general de una unidad del Ejército que capturó recientemente a un alto responsable de Al Qaeda.
El portavoz del Movimiento de los Talibanes de Pakistán (TTP), los rebeldes islamistas aliados a la red Al Qaeda que llevan a cabo una campaña sangrienta de atentados en todo el país, reivindicaron el doble ataque suicida en entrevista telefónica con la AFP.
La explosión de un coche-bomba abrió una brecha en el muro de la residencia del general de brigada Farrukh Shahzad, subcomandante de la guardia fronteriza (Frontier Corps, FC), una unidad paramilitar dependiente del ejército, explicó a la AFP Hamid Shakil, un oficial de la Policía.
Luego, un kamikaze que iba a pie lanzó dos granadas antes de hacer estallar la bomba que llevaba consigo en el recinto mismo de la residencia.
«Veinticuatro personas perecieron», entre ellas la esposa del general Shahzad, dos niños y once soldados miembros de las FC, afirmó Hamid Shakil. Otras 44 personas, incluido el general Shahzad, resultaron heridas, añadió. Hace unos 10 días, la guardia fronteriza de Baluchistán participó en la detención de Yunis al Mauritani, el principal jefe de las «operaciones exteriores de Al Qaeda».